ESNOTICIA
Cubas, garrafas y obras de urgencia en 40 municipios para tener agua potable
Los 25 de la Mancomunitat de Les Garrigues y al menos 16 más en el último año
Los 25 municipios de la Mancomunitat de Les Garrigues llevan 10 días sin poder beber el agua del grifo por pesticidas, pero no son los únicos que afrontan problemas de suministro en Lleida. Al menos 16 más han recurrido también en el último año a cubas, garrafas y obras de urgencia para abastecer a pueblos y masías tanto del llano como del Pirineo.
El agua del grifo no se usa para beber ni cocinar desde hace diez días en las casas de más de siete mil leridanos. La reciben de la Mancomunitat de Les Garrigues, que suministra a 25 municipios de esta comarca y del Segrià, así como a Senan, en Tarragona.
La entidad constató el pasado día 3 un exceso de pesticidas en el caudal que toma del pantano de Utxesa, y desde entonces la presencia de estas sustancias prácticamente se ha duplicado. El viernes empezó a abastecer con camiones cisterna a 14 pueblos. Los otros once prefieren agua embotellada o tomarla de pozos y fuentes.
Algunos vecinos afectados se muestran resignados, mientras qe otros califican la situación de “tercermundista” e incluso hay quien confiesa cierta aprensión hacia el agua del grifo. La Mancomunitat, por su parte, reclama acciones inmediatas y soluciones a largo plazo para asegurar su calidad. Es la segunda vez en un mes que los plaguicidas impiden beber el agua de Utxesa.
El primer episodio en mayo duró 6 días, mientras que ahora no hay fecha para volver a beber del grifo. El pasado verano, un vertido de hidrocarburos en el pantano interrumpió el suministro de boca, mientras que daños por la DANA de 2019 y el temporal Gloria en 2020 obligaron también a usar cubas.El agua de Utxesa se trata con carbono activo desde hace tres décadas para eliminar pesticidas. Sin embargo, su presencia ha ido en aumento y esto dificulta controlarlos.
El presidente de la Mancomunitat, Francesc Esquerda, lo atribuye a un uso masivo en cultivos y explicó que las altas concentraciones que antes solo se veían en verano ahora se dan también en primavera. Los episodios de contaminación coinciden además con un largo periodo de sequía que ha reducido el caudal de los ríos, mientras que la asociación ecologista Ipcena apunta que la superficie agrícola en el entorno de Utxesa ha aumentado en las últimas décadas. A todo ello se suman las sospechas de algunos alcaldes sobre posibles vertidos o filtraciones de plaguicidas, algo que investiga la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) mediante muestras tomadas en diferentes puntos.Sin embargo, los problemas para asegurar el agua potable no se limitan a los 25 municipios de la Mancomunitat de Les Garrigues.
Al menos 16 más han recurrido en el último año a cubas, garrafas y obras de urgencia para garantizar este servicio básico en pueblos y masías tanto del llano como del Pirineo. Episodios de turbidez y contaminación, fuentes que dejan de manar (especialmente en épocas de sequía) y desperfectos en tuberías y bombeos se traducen en un número creciente de peticiones de ayudas a la Generalitat para solucionar estas incidencias. Se han otorgado 72 en las comarcas leridanas en los últimos 6 años y su número ha experimentado un aumento constante desde 2019.
El que pide con mayor asiduidad estas subvenciones es Coll de Nargó. Su alcalde, Martí Riera, afirma que sufren un “grave problema” que atribuye “al cambio climático”. El consistorio lleva desde hace dos semanas cubas al núcleo de Les Masías, mientras la fuente que abastece a Montanisell está “a punto de agotarse” y Coll de Nargó “aguanta” gracias a un pozo que se hizo como refuerzo y ha acabado siendo la fuente principal de abastecimiento, ya que el agua en la superficie se agota.
“Los ayuntamientos tenemos el deber de garantizar el agua de boca a los vecinos, pero llegará un momento en que será imposible”, lamentó Riera, que ve peligrar la fuente de la que bebe el núcleo de Les Gavarres. “La brigada trabaja para no perder el agua que nos queda”, explica. Estos días reparan una fuga y el consistorio abordará nuevas captaciones, informa Cynthia Sans
.En Vall de Cardós, el ayuntamiento ha excavado cuatro pozos en los últimos años para sustituir fuentes que han dejado de manar, así como una nueva captación en Estaon.
El alcalde, Llorenç Sánchez, explicó que el próximo objetivo del consistorio es hacer llegar electricidad a los depósitos para dotarlos de sistemas de cloración.
El ACA tomó muestras en diferentes puntos para tratar de determinar la procedencia del pesticida
Los municipios de la Mancomunitat de Les Garrigues acumulan ya 16 días sin poder beber el agua del grifo en lo que va de año y aún se desconoce cuándo podrán volver a hacerlo. “Lo primero que queremos saber es de dónde salen los pesticidas, por qué ahora, por que más cantidad, y qué acciones emprender para mejorar la vigilancia y garantías para tener un servicio de calidad”, afirma el presidente del organismo, Francesc Esquerda, que reclama a la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) medidas urgentes para paliar la presencia de plaguicidas en las aguas. En este sentido, se mostró partidario de recuperar los vaciados periódicos de Utxesa.
Es una práctica que se llevaba a cabo de forma periódica hace dos décadas para limpiar limos y lodos aen el embalse, y que se abandonó tras la declaración de Utxesa como espacio protegido PEIN para proteger la fauna salvaje. Por su parte, fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) desaconsejan el vaciar el pantano al considerar que se trata de “una técnica de finales del siglo XX” reservada a casos muy puntuales que podría tener graves consecuencias para la flora y la fauna de este espacio protegido. Apuntaron que requeriría unos exhaustivos estudios previos y obtener el acuerdo de la ACA y todos los agentes afectados, lo que dilataría el proceso.
En lugar de ello, plantean alternativas como cambiar y potenciar el tratamiento del agua y dotar a la red de suministro de una nueva captación, cuya autorización debería agilizarse. Esta última propuesta es, precisamente, la principal apuesta a largo plazo de la Mancomunitat: la construcción de una tubería para captar agua del pantano de L’Albagés. En este sentido, reclaman al Estado, a la Generalitat y a los regantes del Segarra-Garrigues un acuerdo para esta obra y que se financie con fondos Next Generation de la UE.
Una intervención en la potabilizadora de Sarroca para mejorar el tratamiento y evitar las fumigaciones masivas en cultivos en el curso del Segre son otras propuestas de la Mancomunitat. ¿A qué se debe la elevada concentración de plaguicidas en el agua de boca? Principalmente lo atribuyo a su aplicación masiva en los cultivos, sobre todo de cereales, ya en el curso medio del Segre. Todos se filtran en el subsuelo y van a parar al pantano de Utxesa.
¿Cuál es la situación del embalse? En la actualidad está lleno de lodos, de limos y de suciedad pese a que el agua circula. Antes se hacían vaciados parciales, pero desde que es una reserva de fauna, hace unos veinte años que no se hace nada. ¿Habría que vaciarlo? Sería bueno, ya que los caudales se regenerarían, pero es una cuestión que depende de las administraciones.
¿Cómo se solventarían estos episodios de contaminación? La verdad es que la presencia de plaguicidas sucede con mayor asiduidad. Lo que antes pasaba en junio o julio ahora pasa en abril o mayo. Al tratarse de agua de boca, la Generalitat y el Estado tendrían que buscar una solución de emergencia.
¿Cuál sería esta solución? Pues tendría que ser una que solvente el problema definitivamente y pasa por tener tomas alternativas. En concreto, otra en el pantano de L’Albagés, aunque tardará en llegar. En este sentido, reclamamos a la Generalitat que agilice su tramitación y la pague con fondos de la UE y, mientras, que renueve la planta para intensificar los tratamientos de carbono.
«Nos instalamos en el pueblo para vivir sin contaminación»
“Para los que hemos decidido dejar la ciudad por el medio rural, situaciones como esta nos duelen especialmente. Que el agua de boca esté afectada por la contaminación para nosotros es equiparable a que se produzca un incendio, ya que atenta directamente contra la naturaleza y los que vivimos en los pueblos. No tener agua de boca a través de un sistema seguro es una problemática que es de urgente solución, aunque Vinaixa tiene recuros hídricos alternativos, algo que no sucede en otras poblaciones.
Vivir sin contanimanción es lo que nos decidió a trasladarnos”.
Cada vez más ayudas para asegurar el suministro
La Generalitat convoca dos veces al año subvenciones para pagar cisternas y obras que aseguren el suministro de agua potable ante incidencias. La Mancomunitat de Les Garrigues y los ayuntamientos de otros 26 municipios leridanos se han acogido a ellas desde 2017, según datos publicados por la Agència Catalana de l’Aigua (ACA), y el número de subvenciones otorgadas con esta finalidad ha ido en aumento en los últimos años.
En 2017 se concedieron 9 ayudas a otros tantos municipios de Lleida, casi todas para cisternas. En cambio, 2018 se caracterizó por lluvias abundantes y fue el primer año en más de una década en que las cubas para abastecer a personas quedaron prácticamente limitadas a averías en la red de suministro y no a escasez de caudal. Entonces solo se otorgaron ayudas a cuatro municipios.
A partir de entonces, se inicia una tendencia que ha ido al alza hasta ahora. En 2019, la Mancomunitat de Les Garrigues y otros 9 municipios sumaron 11 ayudas para cubas y obras, mientras que en 2020 la Mancomunitat y 10 consistorios recibieron 15 subvenciones. En estos dos años, la DANA y el temporal Gloria dañaron infraestructuras de agua potable.
En 2021 fueron 20 las ayudas otorgadas a 15 municipios, mientras que, en lo que llevamos de 2022, se han dado ya a 13 consistorios.
«Nos acabará dando aprensión beber el agua del grifo»
Lourdes Nogués es vecina de Alcanó y desde hace más de una semana consume agua embotellada. “No volveré a beber la del grifo hasta que haya garantías”, afirma.
“Antes esto no pasaba, pero en los últimos dos años y, en especial, desde esta primavera, ya han prohibido consumir el agua dos veces”, explica. “Antes la consumíamos con confianza pero ahora, con tantos vertidos y suciedad, nos acabará dando aprensión. Por eso compro agua mineral aunque supone un gasto añadido, per lo seguiré haciendo hasta que haya un servicio con garantías para la salud”.
«Tener que ir a llenar garrafas a la cuba es tercermundista»
Miquel Mor, vecino de Sarroca de Lleida, valoró el viernes que “tener que llevar garrafas hasta la cisterna para llenarlas de agua es muy tercermundista”. “Podrían traerlas llenas, y si hay personas que no las pueden ir a buscar, que el ayuntamiento se las lleve. Como todos pagamos lo que corresponde por el agua, si ahora tenemos este problema nos la podrían servir como Dios manda”.
Por su parte, Antonio Estopà insistió en reclamar la captación desde el pantano de L’Albagés y aseguró que el embalse de Utxesa “es un hoyo de agua sucia”.
«Nos mosquea no saber a qué se debe lo que está pasando»
“Estamos mosqueados porque no sabemos qué pasa ni a qué se debe”, dicen Jordi y Genaro, vecinos de Granyena. “Ya hace 3 o 4 meses que no nos fiamos de beber del grifo.
El agua embotellada es un gasto y los camiones cuba una molestia si tienes que ir a llenar tu garrafa. Para acabar definitivamente con este problema se necesita una nueva toma de agua desde L’Albagés, pero será un proceso largo. Los que vivimos en Les Garrigues queremos disponer de servicios propios del primer mundo y lo que ahora sucede es un inconvenciente que no parece que se vaya a acabar”.
«No se puede hacer nada y te tienes que aguantar»
“No se puede hacer nada más que esperar a que se solucione el problama para poder volver a beber el agua del grifo. Tendría que haber alguna compensación pero lo cierto es que todo se hace sobre la marcha. Es preciso buscar una solución definitiva que acabe con estos cortes continuos por la contaminación del agua que consumimos todos”.