INCENDIOS
Catalunya afronta una de las campañas forestales más complicadas y largas de los últimos años
Situación propiciada por la poca lluvia registrada durante el invierno y las altas temperaturas de las últimas semanas
Los servicios de emergencias afrontan una de las campañas forestales más complicadas y largas de los últimos años, situación propiciada por la poca lluvia registrada durante el invierno y las altas temperaturas de las últimas semanas. Eso eleva el riesgo de incendio por toda Catalunya, sobre todo en la zona central. Por este motivo, la campaña de este año dispondrá de más de 5.000 servidores públicos, así como unos 40 medios aéreos y 16 drones del cuerpo de Agentes Rurales. El consejero de Interior, Joan Ignasi Elena, ha presentado parte de estos efectivos este miércoles en un acto en el Aeropuerto de Sabadell (Vallès Occidental). Hasta junio, ya se han registrado 285 incendios forestales y se han quemado 607 hectáreas de bosque, hecho que supone la cifra más alta desde 2012.
"Encaramos una de las campañas más duras y largas de los últimos años, llevamos mucho tiempo con poca lluvia y un calor extraordinario, pero a la vez con temperaturas mínimas muy altas y una sequía extrema", ha señalado a Elena. Este año el invierno ha sido especialmente seco en las comarcas del eje Noguera-Bages, Anoia y el Garraf, motivo por el cual en estas zonas el riesgo de sufrir un incendio es más elevado.
Eso hace que la campaña forestal, que ya lleva unos 20 días en marcha, se dibuje como una de las más complicadas de los últimos años, con un grado de intensidad que ya empieza a elevarse, pero también más larga de lo que es habitual. "Venimos de un invierno seco, que viene de otro invierno seco", ha advertido a Elena.
Para hacerle frente, se dispone de más de 5.000 servidores públicos, con un refuerzo del cuerpo de Bomberos de la Generalitat con 500 contratos temporales, entre los cuales 360 ayudantes de oficio forestales, 65 operadores de control y medio centenar de conductores, personal técnico y administrativo. Para llevar a cabo las tareas de extinción se hará uso de unos 1.200 medios terrestres y de una cuarentena de aéreos, entre los cuales 24 helicópteros, 10 aviones de vigilancia y ataque y 2 hidroaviones.
Nueve de estos medios aéreos dependen del Ministerio para la Transición Ecológica, y además hay que sumar 16 drones del cuerpo de Agentes Rurales.
Un 2022 intenso
Desde el 1 de enero y hasta el 12 de junio, los Bomberos han trabajado en 2.748 servicios una cifra más elevada que el año 2021 durante el mismo periodo, en que se registraron unos 2.272. Supera también los de 2020, unos 1.207, y los de 2019, 2.343.
"En lo que llevamos de año se han registrado 285 incendios forestales, la mayoría resueltos de forma muy rápida gracias a la colaboración ciudadana y los dispositivos de extinción y de emergencias, pero realmente está siedo y será un año difícil", ha advertido al consejero de Interior. Es por eso que pide a la ciudadanía que sea consciente de los peligros que supone la acción del hombre en los entornos forestales.
Además, estos días se está haciendo una transición de fuegos de entre 5 y 10 hectáreas a incendios de entre 10 y 50, fruto de las elevadas temperaturas y la sequía. De la misma manera, los efectivos que trabajan en la campaña están llevando a cabo tareas de prevención, como las actuaciones en el medio natural, de las cuales el año pasado los Agentes Rurales hacen hacer unas 20.000 actuaciones.
Una de las herramientas de prevención es el Plan Alfa, que fija las restricciones en función del nivel de riesgo de incendios, y que en el 2021 se activó durante 62 días en nivel 2 y durante 27 a nivel 3.
Adaptación del cuerpo de Bomberos
En los últimos años, el cuerpo de Bomberos se ha adaptado a la situación cambiante de los bosques del país. "Hemos visto cómo los bosques están más estresados qué nunca, hecho que hace que los incendios que pueda haber puedan tener un comportamiento más rápido y violento", explica la cabeza de Bombers, David Borrell.
Eso viene dado por el incremento de la masa forestal y el impacto evidente del cambio climático, que hace que la media de temperaturas sea más elevado que en años anteriores. Por este motivo, los Bomberos se han tenido que adaptar con nuevas estrategias.
"Adoptamos una estrategia de carácter defensivo, no yendo a buscar el incendio y a veces esperándolo", apunta a Borrell. De la misma manera, se han implementado mejoras en la organización de los mandos, hecho que supone ganar control sobre los incendios.