Los Bomberos centran sus esfuerzos en el fuego de Artesa, el que más preocupa

El incendio de Artesa de Segre, en la Noguera, centra los esfuerzos de los Bomberos para evitar que las llamas se extiendan en una jornada en la que habrá una mejora de las condiciones meteorológicas. El fuego ya ha calcinado más de 1.600 hectáreas, mientras los efectivos combaten un nuevo incendio en Bassella y contienen los del Solsonès.

Los Bomberos pusieron ayer la máxima atención, también durante la pasada noche, en el incendio de Artesa de Segre, en la Noguera, que continuaba quemando sin control, aunque se logró que no escapara del perímetro de 5.000 hectáreas marcado en la estrategia de ataque.

Al cierre de esta edición, las hectáreas calcinadas eran 1.636. El jefe de los Bomberos, David Borrell, indicó que la prioridad ayer era que los fuegos activos no se hicieran grandes, objetivo que alcanzaron. En el caso de Artesa, en el núcleo de Baldomar, hubo muchas dificultades para evitar que se extendiera hacia Santa Maria de Meià.

En cuanto al otro incendio que preocupa, el de Lladurs, en el Solsonès, y con una superficie afectada de 43,83 hectáreas, Borrell anunció que los Bomberos preveían estabilizarlo ayer por la noche. Borrell explicó que a lo largo del día se registraron otros incendios dentro de los perímetros de algunos fuegos que complicaron la situación, pero que todos se pudieron perimetrar o controlar. Una estrategia de ataque, dijo, que seguirán aplicando en las próximas horas.

En este sentido, indicó que se desplazarán todos los medios aéreos hoy por la mañana a Artesa de Segre para continuar preservando que el fuego no salga del eje de confinamiento. Borrell no descartó que el fuego esté por encima de las 2.000 hectáreas quemadas. La previsión meteorológica de hoy es “un poco más favorable” que la de ayer.

Por su parte, el jefe de intervención de los incendios del Solsonès, Eduard Martínez, dijo que el fuego de Lladurs podía estar estabilizado a última hora de anoche y añadió que, en relación a los otros tres incendios de la zona, el de Ogern ya estaba controlado, con una afectación de 15 hectáreas, y uno nuevo de ayer en Altés (Bassella) continuaba activo con unas 7 hectáreas quemadas. El de Castellar de la Ribera, con 329 hectáreas calcinadas, se dio por estabilizado. El sector del Solsonès tenía un potencial de 47.000 ha y el de la Ribera Salada i Rialb, 39.830 hectáreas.

Mientras, el president de la Generalitat, Pere Aragonés, pidió la “máxima prudencia” a la ciudadanía ante las temperaturas extremas.