ESNOTICIA
“Me quedé solo ante el fuego”
Un vecino de Castellar de la Ribera explica que evacuó a su familia y regresó a su masía || “Está todo destruido y es una pena”, lamentan vecinos de Baldomar
Ramon Torremorell tiene 74 años, vive en Can Mas, una casa de Castellar de la Ribera que tiene la familia desde hace 115 años, ‘Mi abuelo llego aquí con 11 años”’. Solo por este motivo, por la estima a sus raíces, se puede entender su forma de actuar cuanto menos atrevida al quedarse solo en la masía frente a una columna de fuego de más de 20 metros de altura. Cuando vio el fuego explicó que lo primero que hizo fue desalojar a la familia: la mujer, el hijo y un bebé de 30 meses.
Con el tractor hizo un cortafuegos perimetral de unos 6 metros de ancho en toda la masía. Con la casa preparada cogió el coche y miró de ir parando el fuego en el bosque, que está encima de su casa, ‘era inviable por lo que opté por dejar el coche y volver a casa, quedó arrasado por las llamas’. Una vez en casa, el fuego llegó en minutos. Eran las 17 horas y comenta que llegaba con mucha intensidad: ‘cuando ves que pasa el fuego y de los árboles no queda ni una sola rama, te indica que viene muy fuerte”. Cuando llegó a su casa lo esperó encima del tractor. De esta manera, si el fuego alcanzaba el almacén corría a apagarlo.
“Me quemó por completo la puerta”. De esta forma fue apagando decenas de pequeños fuegos en la maquinaria agrícola (un cultivador quedó destrozado) o en casa, donde quemó los cables de la luz de entrada. Explica que al final el fuego, ‘una columna altísima de humo y llamas’, optó por pasar por encima.
De hecho, su casa está totalmente rodeada de cenizas. Can Mas y la vecina Casa Junyent fueron las dos viviendas más afectadas en Castellar de la Ribera. Entretanto, Ricardo Monfort, de Baldomar, señaló que “tengo 62 años y nunca volveré a ver esto como era y es una pena”.
Este vecino lamentó “se ha quemado una parte grandiosa de terreno”, por lo que exigió un plan forestal en Catalunya. “Vine de una ciudad hace casi 20 años porque me encanta la naturaleza y esto es un desastre. Todo destruido”, explicó Pedro Curiel, vecino de Baldomar.