MUNICIPIOS FAUNA
Les Borges, territorio felino
La población de gatos domésticos abandonados por las calles de Les Borges Blanques ha crecido exponencialmente en los últimos años y se cree que ya hay más de 200, repartidos entre unas 16 colonias callejeras o en casas de acogida. Así lo confirmaron las responsables de la asociación protectora ResCats, que tras una reunión informativa organizada el pasado lunes calificaron la situación de “insostenible” y piden un nuevo refugio para sus animales. Según la presidenta de la entidad, Paula Vanasco, las más de 20 voluntarias “están saturadas” por la gran proliferación de animales y ante una ordenanza municipal que calificó de “incomprensible”.
La normativa de civismo, aprobada en 2019, dicta que “no se permite alimentar a los animales en la vía pública” algo sancionado con entre 50 y 150 euros y, según la asociación, esto “alienta” a denunciar a sus voluntarias. La alcaldesa, Núria Palau, recordó que la ordenanza municipal sanciona solo “a las personas que dejan sucia la vía urbana para alimentar a los animales” y no a las alimentadoras de ResCats si cumplen con la normativa de limpieza. Palau asegura que el ayuntamiento invirtió el año pasado más de 15.000 euros en el control y atención de los gatos abandonados en la ciudad (en 2021, hubo más de 150 esterilizaciones de felinos).
La alcaldesa anunció también una adjudicación inmediata por 6.000 euros para conectar la actual gatera de ResCats a la red eléctrica e iniciará pronto una campaña de concienciación ciudadana contra el abandono de animales. “Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para frenar esta tendencia”, aseguró la alcaldesa.Desde hace varias semanas, las 16 colonias de gatos están señalizadas y autorizadas por el ayuntamiento, lo que da permiso a sus voluntarias para cuidar de los animales, así como alimentarlos y trasladarlos al veterinario para su esterilización. Sin embargo, algunas de las voluntarias denuncian el acoso por parte de personas que no están de acuerdo con su actividad.
Basilisa García, “alimentadora” de la colonia número 11 de Les Borges, donde hay una decena de animales, asegura haber sufrido amenazas e insultos de algunos de sus vecinos.