La CHE fija caudales mínimos en 170 tramos de ríos de Lleida y excluye Ondara, Sió y Corb

El nuevo Plan Hidrológico del Ebro (PHE) tiene entre sus principales objetivos definir al máximo por primera los caudales ambientales que deben respetarse en ríos y pantanos, y por ello pone cifras a casi todas las masas de agua de la cuenca, que varían cada mes adaptándose a las estaciones más lluviosas o más secas. En el caso de Lleida, según el plan aún vigente la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) solo contemplaba la obligación de preservar el caudal ecológico en cuatro masas de agua, tres de ellas en el río Segre (en Isòvol, en la Cerdanya; en Lleida ciudad y en Seròs) y otra en el embalse de Rialb. Sin embargo, con la nueva planificación, aún pendiente de aprobación final por parte del ministerio para la Transición Ecológica, el Estado ha definido 105 caudales mínimos en tramos de río y otros 73 para masas de agua como lagos o embalses.

En el primer caso, el nuevo plan hidrológico prevé nodos o puntos de medición del caudal ecológico, algo también aplicable a la mayoría de los pantanos y estanques. Por citar algunos casos, el caudal ambiental mínimo que deberá circular por el Noguera Pallaresa desde el Noguera de Cardós y la central de Llavorsí hasta el río Santa Magdalena, poco antes de Rialp, oscilará entre 1.042 litros de agua por segundo (poco más de un metro cúbico) en diciembre y 3,9 metros cúbicos en mayo, en pleno deshielo. En cuanto al Noguera Ribagorçana, el caudal entre Alfarràs y la desembocadura en el Segre (Corbins) debe ser al menos de 1,260 metros cúbicos en febrero a 1,740 en junio.

En cambio, la CHE no ha asignado ningún caudal a los principales afluentes del Segre en el llano de Lleida: el Sió, el Corb o el río Set, el río Farfanya o incluso el pantano de l’Albagès (en la cola del Segarra-Garrigues y sobre el cauce del río Set) no tienen un mínimo de agua asignado al considerar que “no procede la definición de caudales ecológicos porque de forma natural el río se encuentra seco en un número significativo de días”. La Generalitat había alegado contra la asignación de un caudal cero en muchos de estos tramos y la CHE lo ha sustituido por las siglas NP (no procede).

La maleza toma el río Ondara en Tàrrega

El cauce del río Ondara en Tàrrega está lleno de vegetación, especialmente entre el puente del tramo urbano de la carretera C-14 y el puente de la avenida Onze de Setembre, lo que dificulta la circulación del caudal y podría provocar inundaciones en caso de fuertes lluvias o rubinadas.

La concejala de Urbanismo, Ivonne Pont, dijo que el ayuntamiento es consciente de esta situación. Explicó que suelen aprovechar subvenciones de ACA y CHE para limpiar la maleza, pero en seis meses reaparece. El primer trimestre de este año se llevó a cabo una actuación en el río en la zona deportiva y bajo el puente de la avenida Onze de Setembre, centrada en limpiar la vegetación.

Ahora queda una segunda fase en la misma zona deportiva que podría empezar pronto. Asimismo, la concejala de Urbanismo dijo que la brigada municipal va retirando la vegetación del río cada cierto tiempo y en la medida de sus posibilidades, informa Laia Pedrós

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Sueltas de agua en la canalización para combatir algas e insectos

El nuevo plan hidrológico contempla un régimen especial para el río Segre en la canalización de Lleida que consiste en liberar 20 metros cúbicos de agua por segundo durante ocho horas para combatir el exceso de macrófitos (algas)y de simúlidos (por ejemplo, la mosca negra) al menos una vez al mes.

El régimen consiste en una suelta cada semana entre los meses de marzo y octubre, salvo en julio y agosto, cuando se contemplan dos sueltas por semana. Tanto las algas como la mosca negra tienen una presencia destacada en el Segre y requieren tratamiento. La Paeria prevé limpiar las algas de la canalización la semana próxima.