PATRIMONIO RESTAURACIÓN
“La campana Mònica de la Seu Vella sonará igual que nueva”
Visita a la fundición en Austria donde se está reparando esta pieza del siglo XV
“La campana Mònica está en muy buenas manos”, asegura Josep Carvajal, el fundador de Carvajal Campanes de Alcoletge, la empresa leridana de forja artística, electrificación de campanas y relojes públicos, y encargada del buen funcionamiento del campanario de la Seu Vella. Y lo afirma con conocimiento de causa –casi tres meses después de que la campana Mònica fuera trasladada a Austria para su restauración– porque acaba de regresar de Innsbruck, donde ha podido inspeccionar el trabajo que se está llevando a cabo con este elemento patrimonial del siglo XV. “Ahora estoy más tranquilo y muy satisfecho con lo que vi y me explicaron”, comenta después de visitar la semana pasada la empresa de fundición de campanas Grassmayr de Innsbruck, en el Tirol austríaco.
Cabe recordar que el mes pasado se cumplieron ocho años desde que esta campana de 600 kilos y datada en 1486 fue descolgada por primera vez del campanario de la Seu Vella para la restauración de una pequeña grieta detectada hace más de quince años y que amenazaba con destruirla. Superadas todas las vicisitudes y trámites al tratarse de un elemento histórico de un edificio patrimonial, la campana partió de Lleida a finales de marzo rumbo a una de las firmas más importantes del mundo en fundición y reparación de campanas. Josep Carvajal, de 73 años, ahora ‘jubilado activo’ –el responsable de la empresa ya es su hijo Marc–, no pudo evitar dar un pequeño ‘desvío’ en sus vacaciones por Austria y Alemania.
“Íbamos de Salzburgo a Múnich y pasamos por Innsbruck para ver cómo estaba la Mònica”, relata. El responsable de la firma austríaca, Johannes Grassmayr, le recibió con los brazos abiertos y le ofreció un visita guiada por unas instalaciones que cuentan incluso con un museo de campanas. Le prepararon un completo expediente sobre lo que han hecho y lo que queda aún por hacer (ver desglose), aunque no se atrevieron a fijar el calendario para el regreso a Lleida.
“Esperemos que sea este verano. Ahora tengo la garantía de que sonará perfecta, ¡igual que nueva!”, asegura Carvajal.
Radiografías de la grieta y de la zona donde repica el martillo
La empresa Grassmayr ya ha efectuado radiografías en el área de la campana afectada por la grieta –para saber si el problema es más extenso de lo que se ve– y también en la zona (el círculo de color blanco en la foto) donde el martillo ha repicado durante siglos para marcar las horas, y después los cuartos, cuando las horas pasaron a manos de la Silvestra, la campana mayor de la Seu Vella.
“Me aseguraron que no habrá ningún problema”, según Carvajal. “También han extraído material para analizarlo y poder así preparar la aleación de bronce, cobre y estaño con la que recubrirán la grieta”, explica el leridano. “La firma Grassmayr tiene más que 400 años de antigüedad y ya son 16 generaciones de esta familia dedicadas al cuidado artesanal de las campanas”, remarca Carvajal, sumamente satisfecho de su visita a la Mònica.