Recogen firmas para que Almacelles reabra la antigua residencia como centro de día

Una plataforma vecinal ha iniciado una recogida de firmas en Almacelles para que la antigua residencia de mayores Mossèn Alexandre Pedra, cerrada desde hace siete años, vuelva a abrir como centro de día municipal. El colectivo asegura que el consistorio prevé trasladar a una parte de este antiguo edificio las dependencias de la policía local y ampliar el servicio del centro de día en la nueva residencia de mayores de la localidad, con una lista de espera de tres años, aseguran. La plataforma, que ya ha conseguido más de 200 firmas, señaló que el mosén Alexandre Pedra dejó parte de su herencia para crear una fundación que se hiciera cargo de las personas mayores y necesitadas de la localidad, “y no para un centro que acogiera a la policía local”.

“Entendemos que la inversión prevista para ampliar el actual centro diurno se podría destinar a acondicionar este edificio, que en su momento quedó obsoleto porque no reunía las condiciones necesarias”, dijeron. Añadieron que actualmente hay una lista de espera de más de tres años para acceder al centro municipal y reabrir el antiguo geriátrico reduciría las listas de espera y permitiría disponer de más espacio para los mayores. “Almacelles necesita un centro con gran capacidad porque ahora conviven en el mismo espacio los que tienen el mayor grado de dependencia con los que no son dependientes y desde la reorganización de los espacios por la pandemia solo hay 14 plazas de centro de día, cuando lo había adjudicadas 26”, aseguraron.

Mientras, la alcaldesa, Vanesa Olivart, explicó que el objetivo del consistorio es ampliar el centro de día en la actual residencia de mayores. “Tener dos residencias o centros de día es algo inviable económicamente para el consistorio de Almacelles, ello significaría doblar personal, contratar a más especialistas de geriatría para las distintas jornadas y más gastos que no podríamos asumir”, dijo. Según la primera edil la densidad elevada de gente mayor en el municipio hizo que el consistorio apostara por ampliar el centro y ofrecer un servicio más completo.

“Estamos trabajando en un proyecto que permita disponer de más espacio en el edificio anexo al actual geriátrico”. Respecto al traslado de las dependencias de la policía local a la antigua residencia aseguró que solo se habilitaría una sala para la atención ciudadana, “en ningún caso se destinará todo el equipamiento para este fin”. Ahora este edificio también acoge el bar de los jubilados.

Un espacio fruto de una herencia y una cesión de terrenos privados

En la década de los setenta del siglo pasado cuando murió mosén Alexandre Pedra, rector del pueblo durante 20 años, deja parte de la herencia para crear una fundación que atendiese a los mayores del pueblo. En total, dejó 4.395.999 millones de pesetas (26.482 euros) y las autoridades locales del momento, con el alcalde Amadeu Vilanova, decidieron crear un centro para hospedar a los mayores que acabaría siendo la Llar de Jubilats. Los terrenos fueron cedidos por el arquitecto Mariano Gomà Pujadas y el proyecto fue uno de los primeros encargos que hizo a su hijo, también el arquitecto Mariano Gomà Otero.

En 1983 se retomaron los trabajos de la residencia con una inversión de 125.000 euros (20,6 millones de pesetas). El edilicio se inauguró en 1985 y cerró en 2015 porqué las instalaciones como residencia de mayores no reunían las condiciones que marcaba la normativa.