Adiós al último paso en el río Segre en l'Horta de Lleida
Los únicos pasos que hay están, en la parte sur, en Torres de Segre y en la parte norte en Vilanova de la Barca, dos poblaciones separadas por 30 kilómetros
El paso que la Confederación Hidrográfica del Ebro está demoliendo en l'Horta de Lleida, entre la partida de Butsènit y Montoliu de Lleida, es el último paso que hay en todo el río, que hasta ahora aprovechaban agricultores y vecinos -y también ciclistas y excursionistas- de la zona para moverse entre las dos zonas separadas por el río Segre. Más cerca de la ciudad de Lleida hay el puente del Tòfol, aunque este es un paso que sólo pueden utilizar peatones y ciclistas, y la misma ciudad de Lleida cuenta con una decena de pasos, entre pasarelas y puentes para vehículos.
Actualmente, los únicos pasos para vehículos que hay -fuera de la ciudad de Lleida- están, en la parte sur, a Torres de Segre y en la parte norte a Vilanova de la Barca, dos poblaciones separadas por 30 kilómetros y ya fuera de l'Horta de Lleida.
Ahora, con el derribo y desaparición de este paso, sus vecinos tendrán que hacer una vuelta de 15 kilómetros, que pasa por dar la vuelta por Torres de Segre o la ciudad de Lleida. La reivindicación de los vecinos es que se construya un nuevo paso, y por eso ya está convocada una reunión entre los ayuntamientos de Lleida, Albatàrrec, Montoliu, Sudanell, Alfés y Sunyer.
Este paso se construyó en los años 70, durante las obras de construcción de la autopista AP-2, y era un paso que se adecuó para pasar materiales de un lado a otro. Ahora, como la empresa que lo construyó ya no existe, la Confederación Hidrográfica del Ebro se hace cargo de la obra de demolición de forma subsidiaria.