Las excavaciones revelan parte del urbanismo del antiguo poblado d'Adar de Llardecans
Se articulaba mediante una calle central rodeada de casas y estaba protegido por una gran muralla perimetral
Las excavaciones llevadas a cabo durante junio y julio han confirmado el característico urbanismo del antiguo poblado d'Adar, en el municipio de Llardecans (Segrià), que se configuraba a partir de una calle central empedrada, rodeado de casas de planta rectangular protegidas por una gran muralla perimetral. Así, se ha podido constatar que era una pequeña villa cerrada fortificada del siglo XIV. Los trabajos se han llevado a cabo desde el Ayuntamiento de Llardecans, con la coordinación de la Sección de Arqueología y la colaboración del Servicio de Ingeniería de la Diputación de Lleida, y bajo la dirección del arqueólogo Javier Escuder. La excavación se ha centrado en el interior de la ermita de Sant Marc d'Adar, del siglo XVIII, y al extremo norte del poblado d'Adar.
Todo parece indicar que la construcción de esta villa modificó, como mínimo, dos ocupaciones anteriores, una probablemente andalusí, y la otra, más antigua, todavía para determinar, según los arqueólogos. Estos ocupaciones fueron ya documentados durante la campaña del 2019 y han sido parcialmente confirmadas durante la excavación del interior de la ermita.
La excavación de la ermita ha permitido documentar su proceso constructivo, con las zanjas de construcción de sus muros, el asentamiento de los pilares y toda una serie de agujeros alineados en el centro que indican el anclaje del andamio central al suelo. Según los investigadores, el templo se elevó ocupando parte de la calle central y la plaza del poblado y alteró las fachadas de las casas situadas en la banda oeste, de las cuales se ha conservado una en su interior.
La excavación de los niveles de la calle localizados dentro del templo también permitieron descubrir toda una serie de recortes y hoyos relacionados con la vida cotidiana del poblado, así como de uno de los niveles de empleo anterior, modificando tanto para la construcción de las casas como de la ermita.
Los trabajos han permitido determinar que el poblado d'Adar, construido en alrededores del siglo XIV, es una pequeña villa cerrada fortificada, levantada sobre restos anteriores y modificada a finales del siglo XV, con la construcción de un gran caserón del pedido Hospitalera y de la que formaría parte el arco d'Adar. Una vez abandonado, parte de sus piedras fueron reaprovechadas para construido la ermita del siglo XVIII en un lugar preeminente, así como muchas de las masías que rodean la colina.