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Los rescates de montaña se han doblado en la última década en Lleida

Las cifras de este año, con unos 200 en seis meses, confirman la tendencia al alza

Imagen de uno de los equipos GRAE de los Bomberos de la Generalitat que estuvo de guardia el día 13 de julio en el aeropuerto de La Seu.

Imagen de uno de los equipos GRAE de los Bomberos de la Generalitat que estuvo de guardia el día 13 de julio en el aeropuerto de La Seu.MAGDALENA ALTISENT

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Los Bomberos han hecho este año más de 200 intervenciones en el medio natural, una cifra ligeramente superior al mismo periodo de 2021. El año pasado se cerró con 397 intervenciones, una cifra récord y el doble que hace una década. Gran parte de ellos se han llevado desde la base permanente de los GRAE en el aeropuerto de La Seu d'Urgell.

En lo que llevamos de año, hasta el 18 de julio, los Bomberos de la Generalitat han llevado a cabo 202 rescates y búsquedas en el medio natural en las comarcas de Lleida. Es una cifra ligeramente superior a la del mismo periodo del año pasado cuando hubo 191 casos entre el 1 de enero y el 31 de julio. Va en la línea del año 2021, que se cerró con 397 intervenciones, una cifra récord.

Este registro supera en un 21% la que hubo en 2020 (328) y es más del doble de la que había hace una década. En 2012 fueron 192. El principal motivo del incremento es la mayor afluencia de personas a espacios naturales, principalmente de montaña con el boom de actividades como excursionismo, barranquismo, escalada o la búsqueda de setas.

“Es algo lógico, más personas equivale a más rescates”, comenta uno de los integrantes de los equipos del Grupo de Actuaciones Especiales (GRAE) que hay en la base de La Seu d’Urgell. Precisamente, los Bomberos estrenaron en junio del año pasado la nueva base permanente de rescate del GRAE y de medios aéreos en el aeropuerto de Andorra-La Seu d’Urgell. En su primer año, desde allí se han llevado a cabo alrededor de 250 actuaciones.

Aunque la mayoría de ellas han sido en el Pirineo leridano –donde pueden llegar en cualquier punto en un máximo de 15 minutos–, pueden acudir a cualquier emergencia de su especialidad que se produzca en Catalunya. Los GRAE cuentan también con las bases de Olot y Cerdanyola del Vallès.

El otro gran salto de calidad, además de la base permanente, fue la incorporación el 1 de julio del año pasado de médicos especialistas en urgencias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) en los rescates, lo que permite una atención sanitaria inmediata y, además, la entrada directa al sistema de Salud Pública de la persona asistida gracias al dispositivo tablet de la Estación Clínica de Emergencias (ECE).

De este modo, una misma unidad – que está formada por el piloto, operador de grúa, dos rescatadores y el médico del SEM– efectúa tanto el rescate como la asistencia sanitaria, además de poder monitorizar al paciente y comenzar a aplicar el mismo momento maniobras. En cuanto a la tipología de intervenciones, de las 202 en lo que llevamos de año, 152 han sido rescates de montaña –un 75,2 por ciento del total–, seguidos de 36 búsquedas de personas perdidas, 11 rescates y búsquedas en el medio acuático (ríos, pantanos y etc.) y rescates en cuevas o pozos.

Por comarcas, la Val d’Aran lidera el ranking con 81 intervenciones, seguida del Pallars Sobirà (28) y la Noguera (23). El resto se han llevado a cabo en el Alt Urgell (19) Pallars Jussà (18), Alta Ribargorça (11), Solsonès (7), Segrià (7), Segarra (4), Urgell (2), Les Garrigues (2).

“Es un trabajo conjunto y debemos estar perfectamente coordinados”

Un equipo GRAE de La Seu d’Urgell explica a SEGRE cómo es su funcionamiento. “Recibimos el aviso y, con los datos que nos facilitan, decidimos qué material debemos llevar. No es lo mismo un rescate de escalada o en un barranco que la búsqueda de una persona desorientada”, explica Arnau Julià, rescatador de los GRAE desde 2007.

Su compañero Èric Riba, en la unidad desde hace un año, añade que “hay que ir rápido, pero lo más importante es ir preparado”. También es esencial el material sanitario que se debe llevar. Sandra Santuré, médico del SEM, afirma que “la simple presencia de un sanitario ya tranquiliza a los atendidos. Por ejemplo, poner analgesia ayuda mucho”.

El helicóptero de rescate es otro elemento esencial. Los GRAE de Lleida utilizan un BELL429, considerado uno de los mejores aparatos para prestar servicios de búsqueda y rescate en todo el mundo. El de La Seu fue el primero que hubo en España e Interior ha destinado 4,5 millones. La grúa de la aeronave permite hacer maniobras desde más altura, ya que el cable tiene más longitud, y permite operar de forma efectiva desde unos 90 metros. También puede desplazarse a una mayor velocidad.

Alcanza los 290 km/h y puede llegar a los 7.000 metros de altura. “Lo primero que hacemos al llegar al punto de rescate es hacer un análisis del terreno para determinar si se puede aterrizar o, por el contrario, se debe hacer con un gruaje. Además hay muchos condicionantes, como el tiempo que hace”, comenta el piloto Pol Tomàs.

Por su parte, Marc Morer, operador de grúa, afirma que “es un trabajo en equipo y debemos estar perfectamente coordinados”. Su enemigo es el ocaso, “nos obliga a hacer rescates a contrareloj”, y lamentan algunas negligencias. “Desde una persona que piden un rescate porque ha perdido un zapato en una vía ferrata a otras que van equipadas con un casco de moto”, explican los rescatadores.

“Si cerramos el Montsec o La Baronia es por la propia seguridad de los excursionistas”

Los Agentes Rurales son el cuerpo encargado de velar por la conservación de la naturaleza y, en consecuencia, de vigilar que se puedan compatibilizar las actividades de ocio en la montaña con la protección del medio ambiente. Una situación que este año se ha complicado por el elevado riesgo de incendios, debido a la sequía y las altas temperaturas. SEGRE acompañó el pasado martes a una patrulla de la Noguera encargada de reabrir los accesos al Montsec de Rúbies que estuvo 11 días cerrado, junto al Montsec d’Ares y La Baronia de Rialb, por el riesgo extremo de incendio forestal debido a una ola de calor insólita que se ha alargado unas dos semanas.

En la Noguera, por ejemplo, los Rurales notificaron 20 denuncias por infracciones por acceder a espacios prohibidos y acampar o hacer barbacoas. La agente Anna Codina comenta que “hay que comprender que si se cierran los accesos es, en gran parte, por la propia seguridad de los excursionistas ya que, en caso de incendio, se descarta que haya presencia de personas en la zona que puedan quedar atrapadas y los trabajos puedan centrarse en la extinción”. Es lo que ocurrió en el fuego que hubo el 18 de julio en Terradets, en Àger, uno de los municipios leridanos que estaban en el máximo nivel de alerta. El incendio tuvo lugar en una zona donde se practica escalada. “Si no hubiera estado activado el plan Alfa 3 podríamos haber tenido escaladores atrapados en la zona”, afirmó el jefe de los Agentes Rurales en Lleida, Llorenç Ricou.

El incremento de actividades en el medio natural también ha provocado que los Agentes Rurales deban hacer más labores de vigilancia. Cabe recordar que son agentes de la autoridad. “Es obvio que en los últimos años cada vez hacemos más tareas ‘policiales’ para detectar infracciones”, comentan.

En cuanto al perfil de los infractores en los parajes naturales leridanos, explican que algunos las cometen por puro desconocimiento pero un elevado porcentaje son personas que saben que se saltan las prohibiciones. Los Agentes Rurales son los encargados de investigar las causas de los incendios, controlar la pesca y la caza furtiva o de la conservación del patrimonio, entre otras tareas.

Mossos d’Esquadra: unidades de Montaña y Medio Ambiente

Además de los Bomberos de la Generalitat y los Agentes Rurales, los Mossos d’Esquadra también cuentan con dos unidades especializadas en intervenciones en el medio natural. Por un lado, con la Unitat de Intervenció de Muntanya (UIM), que se creó en 2001 ante la necesidad de poder desarrollar las tareas propias de la policía en aquellos lugares de alta montaña donde una patrulla no puede llegar. Los agentes que la integran son los encargados de apoyar a otras unidades policiales en el cumplimiento de las funciones que tienen asignadas, como la búsqueda de personas, recuperar indicios o realizar levantamientos de cadáveres en espacios montañosos de difícil acceso.

Por el otro, también hay la Unidad Regional de Medio Ambiente (URMA), que tiene como principal función combatir delitos o infracciones contra el medio ambiente como accesos motorizados a zona protegidas, vertidos o acampadas ilegales.

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