La vieja Tiurana emerge del agua de Rialb, que ha caído al nivel más bajo en 15 años

La sequía ha hecho emerger el antiguo pueblo de Tiurana de las aguas del pantano de Rialb, cuyas reservas han caído al nivel más bajo de los últimos 15 años. Este miércoles solo almacenaba 60 hectómetros cúbicos, a duras penas el 14% de su capacidad y 170 menos que hace un año. Esto ha dejado a la vista la antigua carretera, restos de edificios que fueron demolidos antes de inundar la zona e incluso una hormigonera abandonada.

El viejo pueblo quedó anegado en 1999 y hasta ahora solo había reaparecido una vez. Sucedió en el año 2007, durante la última gran sequía, cuando la nueva Tiurana ya se había reconstruido en el entorno de la ermita de Solés. El alcalde de la actual Tiurana, Àngel Villarte, volvió a reconocer ayer el entramado de calles del viejo pueblo y su carretera.

Esto sucede después de que la sequía haya dejado también al descubierto las ruinas del viejo pueblo de Blancafort y la ermita de Sant Salvador, al bajar el nivel de las aguas en el pantano de Canelles.Por otra parte, Sant Martí de Riucorb se sumó ayer a los municipios leridanos que aplican restricciones al consumo de agua potable. A través de un bando, el ayuntamiento anunció que cerraría el suministro para usos “no imprescindibles” como el lavadero y el punto de recarga de cisternas, con el fin de dar prioridad al abastecimiento de personas y granjas. Ayuntamientos como los de Baix Pallars, Llimiana, Esterri d’Àneu, Prats i Sansor y Vilanova de Meià, entre otros, han establecido también restricciones y cada vez más consistorios llaman a reducir el consumo.

Los efectos de la sequía contrastan con las tormentas de los últimos días. Ayer volvieron a caer ayer en la Noguera, el Pallars Sobirà y otras comarcas de Lleida. Fueron lluvias fuertes, breves y localizadas, a veces acompañadas de pedrisco, que por ahora no llegan a aliviar la situación provocada por meses de escasez de precipitaciones.

El Servei Meteorològic de Catalunya calificó ayer de “excepcional” la sequía en la zona del litoral y el prelitoral central de Catalunya, y la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) avanzó que podría declarará en septiembre la alerta por sequía en Barcelona y su área metropolitana. Esto supondría restringir el consumo para usos recreativos y para el riego de jardines.