La sequía reduce un 18% la producción de las centrales hidroeléctricas de Endesa en Lleida

La sequía ya reduce en Lleida la producción de las centrales hidroeléctricas de Endesa, la principal concesionaria de estas instalaciones. Según datos de la compañía, la generación de electricidad ente el 1 de enero y el 31 de julio ha sido un 17,9% inferior a la del mismo periodo en 2021, mientras que ha caído un 35,5% respecto a la media de la última década. La escasez de caudal en ríos y de reservas en pantanos afecta de forma desigual al aprovechamiento eléctrico en las cuencas leridanas.

El mayor declive corresponde a la cuenca del Segre, con un descenso del 43% respecto a los primeros 7 meses de 2021. Le sigue la del Ribagorçana, con una caída del 31%. En la cuenca del Pallaresa, ha bajado un 1,7% en presas de la parte alta y del 27,7% en las de la parte baja.

Estos datos contrastan con los del Garona, donde las centrales de Endesa han producido un 14,5% más que entre enero y julio de 2021, aunque esto supone un 17,2% menos que la media de los últimos diez años. El descenso de la producción en Lleida es mayor que en el conjunto de Catalunya, donde la caída es del 14,8% respecto a 2021. Fuentes de la compañía explicaron que en las cuencas leridanas el calor ha acelerado el deshielo y ha reducido el caudal de nieve derretida que llega a los pantanos.

Asimismo, recordaron que la CHE y la ACA regulan el caudal disponible para generar electricidad de acuerdo con la ley, que da prioridad en primer lugar al agua potable y después a regadíos y usos industriales. A ello se suma la exigencia de caudales ecológicos y acuerdos como el de dar caudal al Pallaresa para el rafting. Pese a la sequía, la compañía se mostró convencida de poder combinar la producción eléctrica con los requisitos de la normativa y sus propios compromisos.

Por otra parte, la asociación de regantes Acatcor señaló que la aportación del Segre a los pantanos ha llegado a caer hasta solo 3 metros cúbicos por segundo, algo que “no había pasado en 50 años”. Las restricciones por la sequía van en aumento. Alcarràs reducirá el riego de zonas verdes a una vez por semana y no regará las jardineras.