MUNICIPIOS ABASTECIMIENTOS
Los más de 2.000 vecinos de Torres de Segre pueden volver a beber del grifo tras 55 días
Los últimos análisis del agua certifican que es apta para el consumo después de que el 10 de junio se detectara un exceso de pesticidas || El ayuntamiento la había suministrado desde entonces en garrafas
Los cerca de 2.400 vecinos de Torres de Segre pudieron volver ayer a usar el agua del grifo para beber y cocinar. Llevaban 55 días sin poder hacerlo por la elevada concentración de plaguicidas que se detectó el pasado diez de junio. Salud informó ayer, tras los últimos análisis, de que volvía a ser apta para el consumo humano.
Algunos vecinos celebraron el hecho de volver a la normalidad, aunque otros aseguraron que seguirán comprando agua en garrafas, porque la que sale del grifo “no es muy buena”. El suministro vuelve a ser potable tras modernizar dos de los tres filtros de la depuradora. El ayuntamiento ha sustituido el tratamiemto con arena de sílex por otro de carbono activo, mucho más efectivo.
El consistorio ha repartido cada semana 2.700 garrafas mientras ha durado el veto a consumir el agua del grifo, una actuación que paga la Diputación, y que quedó suspendida ayer a las 14.00 horas. El municipio también trabaja en la incorporación de un nuevo depósito que pueda filtrar unos 100 metros cúbicos por hora. Torres de Segre capta el agua de boca del canal de Seròs y se quedó sin suministro al detectarse un exceso de pesticidas.
La presencia de estas sustancias en el caudal se ha visto agravada al descender el caudal por la sequía. Esta misma problemática también afectó a otros 25 pueblos: los que se abastecen de la Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues y beben del pantano de Utxesa. No obstante, en el caso caso de estas poblaciones pudieron recuperar el agua de boca a finales de junio.