CULTURA
Arranca la Academia Internacional de Música de Solsona con 110 alumnos de todo el mundo: "Es una oportunidad única"
Cada agosto, desde hace 21 años, en Solsona suena música clásica.
La Academia Internacional de Música de Solsona ha arrancado la 21.ª edición con 110 alumnos de cuatro continentes del mundo. Para algunos es la primera vez que participan y, de otros, como Biel, de 15 años, repiten la experiencia porque "es una oportunidad única".
Hijo de pianistas, Biel toca el violonchelo desde los cuatro años y, este sábado, junto con 11 estudiantes más, ha participado en un casting para escoger a los músicos que tocarán en la Colegiata de Cardona. Precisamente este es uno de los objetivos del AIMS: preparar a los alumnos para afrontar aquellas situaciones que se podrán encontrar durante su carrera profesional. "Los nervios y el estrés son parte de la vida del músico", asegura el director del AIMS, Peter Thiemann.
Cada agosto, desde hace 21 años, en Solsona suena música clásica. Estudiantes de todo el mundo vienen hasta aquí atraídos por la que se considera una de las academias más profesionales, con un claustro de primer orden y un altísimo nivel que hace que sólo los mejores estudiantes puedan acceder.
Ni la pandemia hizo que la música no sonara y el AIMS no se ha dejado de celebrar, pero la edición de este año ha recuperado su formato, con una cuarentena de actuaciones en la Catalunya Central y Lleida. Uno de los conciertos más esperados es el que tendrá lugar el 11 de agosto en la Colegiata del castillo de Cardona. Este año, la dirección del AIMS ha decidido organizar un casting entre los alumnos para escoger a los que participarán. "Una selección de los mejores entre los mejores", reconoce a la ACN al director del certamen, Peter Thiemann.
Ha participado una docena de alumnos, de entre 15 y 25 años que, durante 10 minutos, han interpretado parte del repertorio del concierto. Es el caso de Marcos Langreo, de Madrid. Minutos después de salir de la prueba, admite que ha sufrido muchos nervios, pero considera que "es fundamental sentirlos y aprender a controlarlos". "Al final eso te hace madurar", subraya.
Precisamente este es uno de los objetivos del AIMS: ofrecer formación al alumnado para que estén preparados ante cualquier reto profesional. "Queremos que los estudiantes suban al escenario con condiciones profesionales. Para un alumno, tener 10 minutos para ganarse el jurado -formado por ocho profesores- es una situación muy estresante, pero nuestra profesión es así", subraya Thiemann.
Al AIMS participan 110 alumnos de cuatro continentes. Hay intérpretes de países como Irán, Israel o Egipto y, por primera vez, no hay residentes en Rusia y Ucrania debido al conflicto bélico. El certamen se alargará hasta el 21 de agosto.