AGUA AGUACEROS Y SEQUÍA
Trombas, vendavales y granizo azotan Lleida sin llegar a mitigar la sequía
Fuertes rachas derriban árboles y una tormenta obliga a evacuar un campamento
Trombas de agua, vendavales y granizo azotaron ayer Lleida, donde los bomberos efectuaron al menos una veintena de salidas y evacuaron a 66 niños y niñas y 22 monitores de un campamento en Conca de Dalt. Las tormentas llegan en plena sequía y hasta ahora no han alcanzado a mitigar la escasez de caudal en los ríos y de reservas en los pantanos.
Fuertes tormentas azotaron ayer Lleida en plena sequía, con trombas de agua, vientos que alcanzaron los 90 kilómetros por hora y granizo. Se sumaron a las precipitaciones breves, intensas y localizadas que han caído a lo largo de los últimos días en las comarcas leridanas, y que hasta ahora no han alcanzado a mitigar la escasez de caudal en los ríos y de reservas en los pantanos, en su nivel más bajo en 15 años.
Los bomberos efectuaron una veintena de salidas al cierre de esta edición por emergencias derivadas de los aguaceros y las fuertes rachas de viento. La noche del jueves evacuaron un campamento donde pernoctaban 65 menores y 22 monitores cerca de Aramunt (Conca de Dalt). Una tormenta que dejó más de 20 litros por metro cuadrado en cuestión de minutos anegó el área de acampada y derribó tiendas. Los evacuados fueron trasladados ilesos a La Pobla de Segur y los instalaron en el polideportivo.
El 112 recibió una treintena de llamadas, sobre todo en Lleida ciudad. En capital del Segrià hubo varias actuaciones por la caída de árboles, como en la calle Enric Granados, que afectó a una línea eléctrica, así como en Baró de Maials, en la LL-11 y en la calle Paer Casanovas.
También hubo salidas por caídas de árboles y ramas en Tremp, Vilanova de la Barca e Isona, entre otros municipios. En el Solsonès se extinguieron dos incendios de vegetación causados por rayos en Pinell y Navès. También en Oliana se recibió aviso por un fuego causado por un rayo.
Las mayores lluvias se registraron en Sant Romà d’Abella (Isona i Conca Dellà). Allí alcanzaron los 46,7 litros por metro cuadrado, la mayor parte de los cuales, 45,2 litros por metro cuadrado, cayeron en solo media hora. En esta población, las fuertes lluvias provocaron un descenso drástico de las temperaturas que, según el Meteocat, se desplomaron más de 20 grados en poco más de una hora. En La Pobla de Segur cayeron 29,5 litros por metro cuadrado y en La Seu d’Urgell, 18,1.
El fuerte viento también dejó rachas de 90,4 kilómetros por hora en Sant Romà d’Abella y de 78,1 en Organyà. En La Pobla de Segur e Isona hubo pedrisco. En esta última población la tormenta tumbó unos contenedores e inundó los lavabos de las piscinas.
El granizo volvió a caer por la tarde mezclado con lluvia en municipios del Segrià y Les Garrigues como Alfés y Castelldans, donde los daños en fincas de fruta está aún por determinar. También apareció en el Urgell, en municipios como Guimerà. Los pronósticos meteorológicos apuntan a la posibilidad de más tormentas el fin de semana, especialmente en las comarcas de montaña.
El pedrisco castiga otra vez frutales en el Segrià y Les Garrigues
El granizo volvió a castigar ayer por la tarde zonas de frutales en los municipios de Alfés y Castelldans. Así lo explicaron fuentes de la ADV Terres de Ponent, que indicaron que en estas localidades cayó pedrisco de tamaño pequeño mezclado con agua y que los posibles daños deberán determinarse en los próximos días. También hubo granizadas en otros municipios cleridanos como Guimerà, La Pobla de Segur e Isona i Conca Dellà.
Las de ayer fueron las octavas a lo largo una campaña de la fruta caracterizada desde el principio por una escasa producción, a causa de las heladas del pasado mes de abril.