COMARCAS
Finalizan el derribo de edificios en ruinas de La Clua, el primer paso para revivir el pueblo
La CHE ha demolido casas y cobertizos que expropió hace más de dos décadas para construir Rialb || El ayuntamiento de Bassella quiere impulsar viviendas nuevas en su lugar para atraer más vecinos
La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) ha finalizado la demolición de las casas y cobertizos en ruinas del núcleo de La Clua, en Bassella. Son inmuebles que el organismo estatal expropió hace más de dos décadas con motivo la construcción del pantano de Rialb. No acabaron sumergidos bajo las aguas del embalse, pero quedaron abandonados y su deterioro llegó a suponer un riesgo para la seguridad de las personas.
Los derribos suponen el primer paso para tratar de revivir este pueblo, al borde de la desaparición por las obras del embalse y donde ahora solo quedan tres familias. Las demoliciones han abarcado cuatro casas y cinco cobertizos. Todo ello fue expropiado a petición de sus antiguos dueños, porque el pantano iba a anegar las fincas agrícolas y granjas que constituían su medio de vida.
La desaparición de estos inmuebles ha dejado en su lugar un fuerte desnivel. Por este motivo siguen en pie las vallas que prohíben el paso a todo el que no sea vecino de la localidad. Seguirá “blindada” así hasta final de año.
La alcaldesa, Cristina Barbens, explicó que para entonces está previsto estrenar un mirador para contemplar con seguridad las vistas a Rilab, ahora casi vacío por la sequía.Tras las demoliciones, el siguiente paso será impulsar la construcción de nuevas viviendas en el terreno ahora vacío. La alcaldesa explicó que cada vez hay más interesados en instalarse en el pueblo. “El entorno es idílico y atrae a muchas personas, no solo a antiguos vecinos expropiados por la construcción de Rialb, sino también gente sin relación con La Clua”.
Reunión con la CHE en octubre
El ayuntamiento y la CHE deberán reunirse en octubre para negociar la propiedad de las parcelas tras la desaparición de los edificios. El consistorio las quiere para facilitar la construcción de tres o cuatro nuevas casas. La fórmula para hacerlo está por determinar, si bien barajan opciones como cesiones gratuitas o ventas a precio simbólico.
Sin embargo, la actuación más inminente será la construcción del mirador para dar atractivo turístico al pueblo. Barbens avanzó que tendrá diversas terrazas para adaptarse al desnivel de la zona y que la más elevada permitirá el acceso a personas con movilidad reducida. El ayuntamiento también plantea construir un parque infantil o una zona ajardinada y recuperar un horno antiguo descubierto en el interior de un depósito de agua: reconstruirán una parte para que quede visitable la apertura del horno.
“Se nos rompe el corazón al no ver ya las casas de toda la vida”
Josep Maria Pascuet nació en La Clua y ha vivido la historia reciente el pueblo. De medio centenar de vecinos ha pasado a una decena, miembros de tres familias. La suya pasa los fines de semana en las casas que siguieron habitadas tras la construcción del embalse. Asegura que les “rompe el corazón” no ver ya las casas “de toda la vida”. “Habrá que acostumbrarse”, dijo con resignación.