CARRETERAS INCIDENCIAS
La Alta Ribagorça reclama de nuevo más seguridad en la N-230 tras el último alud
La Alta Ribagorça reclamó ayer de nuevo más seguridad en la N-230 tras el último desprendimiento del domingo en la zona del pantano de Escales tras una tormenta (ver SEGRE de ayer). La presidenta del consell y alcaldesa de Vilaller, Maria José Erta, explicó que “los accesos al Pirineo son básicos” y destacó que sucesos como el del domingo “evidencian lo que hace años que reclamamos”. El primer edil de El Pont de Suert, Jose Antonio Troguet, recordó que llevan “muchos años pidiendo que se acondicione la carretera”, aunque reconoció el trabajo que se ha llevado a cabo para instalar redes contra aludes.
La alcaldesa de La Vall de Boí, Sònia Bruguera, dijo que el buen estado de las carreteras es “básico y primordial” y se refirió también a la L-500. Asimismo, fuentes de la subdelegación del Gobierno en Huesca aseguraron que el ministerio de Transportes limpió de rocas la carretera y apuntaron que los taludes de es se revisan de forma “sistemática y periódica”. Por otra parte, ayer se registraron nuevas tormentas.
En municipios como Solsona cayó piedra y las lluvias dejaron 29,8 litros por metro cuadrado.