Sorpresa y preocupación ante la nueva ampliación de la Red Natura

La primera ampliación de los espacios naturales protegidos de la Red Natura en más de una década ha cogido por sorpresa a la mayoría de ayuntamientos de los cuatro municipios afectados de la Cerdanya leridana: Lles de Cerdanya, Prullans, Bellver de Cerdanya y Montellà i Martinet. Algunos alcaldes desconocían la intención de la Generalitat de extener esta figura de protección a bosques de ribera del Segre y sus afluentes. Sin embargo, todos mostraron recelo ante la posibilidad de que limite actividades en estas áreas forestales.

El alcalde de Lles de Cerdanya, Daniel Olivera, dijo desconocer hasta ayer el proyecto para ampliar la Red Natura en su municipio. Valoró que proteger los bosques de ribera es “necesario” y consideró que debería haberse hecho desde hace tiempo, aunque también mostró preocupación por que la incorporación a la Red Natura pueda representar “más restricciones en los usos tradicionales de estas riberas”.En Montellà i Martinet y Prullans, los ayuntamientos apenas tenían información sobre la propuesta de la Generalitat. El alcalde de este primer municipio, Josep Castells, apuntó que el curso del Segre a su paso por la población “es zona de paso de la nutria” y que existe una zona de paseo junto al río muy utilizada por los vecinos.

Se mostró escéptico con la propuesta para ampliar la Red Natura y precisó que “tengo mis dudas sobre si realmente puede ayudar o beneficiar” al municipio. Albert Maurell, alcalde de Prullans, teme por las limitaciones que pueda conllevar esa figura de protección. “Siempre acaba perjudicando a la agricultura y la ganadería”, valoro.

“Ya lo tenemos lo bastante difícil como para que ahora nos pongan nuevas trabas”, añadió.En Bellver de Cerdanya, el concejal de Urbanismo y Montaña, Joaquim Romero, explicó que participó en una reunión con la Generalitat donde explicaron la propuesta y destacó que el proceso “está en un estadio muy inicial”. Afirmó que su ayuntamiento “no se opone” a extender la Red Natura pero insistió en pedir “consenso y diálogo con el territorio”. “Experiencias similares anteriores no han sido buenas”, valoró, y apuntó que en muchos casos “acaba suponiendo prohibiciones y un aumento de trámites administrativos” mientras que “no genera ningún tipo de inversión” para el municipio como contrapartida.

Romero condicionó su apoyo a que “vaya acompañado de un presupuesto y de actuaciones y que no implique nuevas trabas burocráticas”.