CARRETERAS SEGURIDAD
La AP-2 tendrá medidores de niebla que podrán obligar a reducir la velocidad
El Estado invertirá 6,5 millones en estos dispositivos, que estarán listos en invierno
El Estado reforzará la seguridad en un tramo de 10 km de la AP-2 a su paso por Castelldans, donde se registran episodios de intensa niebla y accidentes. Así, invertirá casi 6,5 millones de euros en nuevos medidores de visibilidad para reducir la velocidad en este punto, en el que se han registrado varios siniestros mortales en los últimos años.
La autopista tendrá nuevos medidores de niebla, que podrán obligar a reducir la velocidad, en un tramo de 10 kilómetros que transcurre por Puig-verd de Lleida, Castelldans y Les Borges Blanques.
El Estado prevé invertir casi 6,5 millones de euros en este proyecto, que tiene como objetivo reforzar la seguridad vial en un punto negro de la red viaria de Lleida, en el que se han registrado varios accidentes mortales. El último tuvo lugar el pasado 31 de diciembre, cuando un siniestro a causa de la niebla se cobró la vida de una pareja de Barcelona y su hija menor de edad y también dejó nueve heridos más. Fuentes del ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana explicaron que las obras consisten en la instalación de detectores de visibilidad para, en función de la misma, “regular de manera automática la velocidad máxima permitida en la vía”.
No obstante, no precisaron a cuánto se limitará. Todo ello tiene como objetivo que “los usuarios dispongan de una visibilidad suficiente para efectuar las distintas maniobras de manera segura”. El Consejo de Ministros ya aprobó a finales del pasado mes de julio la declaración de emergencia de estos trabajos.
En este sentido, el subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, aseguró que las obras tendrían que estar listas para el próximo invierno. De hecho, el Estado ya ha puesto en marcha en Galicia un sistema pionero para mejorar la circulación en condiciones de baja visibilidad. Se ha implantado en un tramo de una autovía de Lugo donde la niebla también complica la circulación. Consiste en un sistema de balizas que alertan a los usuarios sobre la presencia de otros conductores.
En la N-240, casi paralela a la AP-2, la cifra de vehículos se ha reducido poco más del 50%
La autopista cuenta con un protocolo antiniebla con cuatro fases, que se activa cuando la visibilidad cae por debajo de los 300 metros. Cuando es inferior a los 75 metros, el tráfico se desvía a la N-240, que transcurre casi paralela a la AP-2. Esta medida solo se ha aplicado cinco veces y los alcaldes han mostrado en reiteradas ocasiones su oposición a este desvío, al considerar que solo traslada el problema a otra vía.
Casi un año sin peajes y el tráfico ha aumentado al menos un 90%
El tráfico en la autopista a su paso por las comarcas de Lleida ha ido en aumento desde que el pasado 1 de septiembre se levantaron las barreras. Así, en el primer semestre de este año la cifra de vehículos que circularon por la AP-2 aumentó un 90% en comparación con el mismo periodo de 2019 (antes de la pandemia). De este modo, la autopista registró una media de 18.231 vehículos al día en el tramo entre Lleida y Montblanc, frente a los 9.601 que transitaban al día por esta carretera hace tres años.
A este crecimiento hay que añadirle que en esta campaña turística de verano, la primera sin peajes en la autopista, también se está registrando un aumento del tráfico de conductores que se dirigen a la costa catalana. Mientras, en la N-240, que transcurre casi paralela a la AP-2, el tráfico se ha reducido un 50,94%. En esta vía, el número de camiones se ha reducido más de un 75%.
En esta cifra influye también que la Generalitat amplió en septiembre el desvío obligatorio de camiones desde la carretera nacional hacia la autopista, que desde entonces se aplica entre Lleida y Montblanc.
A la espera de los nuevos accesos en Castelldans y en Vimbodí
La autopista contará con dos nuevos accesos en Castell-dans y entre Tarrés y Vimbodí. El primero enlazará con la carretera L-702 y comportará una inversión de 5,8 millones, mientras que en el segundo costará 4,4 millones.
La AP-2 tiene actualmente cuatro accesos en Lleida. Son los de la capital del Segrià, Soses, Les Borges y L’Albi. Asimismo, en el marco de un programa del ministrerio de Transportes para mejorar la funcionalidad y accesibilidad de la autopista, el Estado también estudia habilitar nuevas entradas en Seròs y en Artesa de Lleida.
En el caso de este último, el Gobierno central ya avanzó en marzo que analizaría su impacto ambiental, ya que se habilitaría en la zona protegida de Mas de Melons. Este plan del Estado también incluye la duplicación de la N-240 entre Lleida y Les Borges, aunque este proyecto aún está en estudio y se plantea como una de las obras complementarias para la mejora de vías en el entorno de la autopista.Además, el Estado está construyendo una rotonda en el acceso de Lleida ciudad para mejorar la conectividad con el Eix de l’Ebre (C-12).