La sequía ya afecta a los usos industriales de Rialb, con la peor reserva de agua en 14 años

La sequía ya afecta a los usos hidroeléctricos del pantano de Rialb, donde la empresa Acciona, que gestiona la central desde 2009, ha iniciado el protocolo de parada de las turbinas. Una de ellas ya no funciona y la otra dejará de hacerlo este fin de semana. Las reservas de agua del pantano son las más bajas desde 2008, cuando finalizó la puesta en carga del embalse, estrenado en el año 2000.

Fuentes de Acciona señalaron que es la primera ocasión en que deben parar la central hidráulica. El nivel de agua del pantano, que ayer bajó del 8% de su capacidad y almacena solo 31 hectómetros, es insuficiente para que la hidroeléctrica funcione correctamente. Fuentes tanto de la Confederación Hidrográfica del Ebro como de la Agència Catalana de l’Aigua confirmaron ayer que se trata de la primera central en parada de la cuenca del Ebro y las cuencas internas a causa de la sequía.

En el caso de la cuenca catalana, solo el pantano de Sau (al 10%) registra limitaciones en la producción hidráulica. Pese a todo, tanto la CHE como el Canal d’Urgell afirmaron que el regadío tiene garantizado el suministro de agua hasta final de la temporada, si bien ya se aplican restricciones. La situación del río Segre es de emergencia por sequía, aunque las últimas lluvias en el Pirineo han incrementado la aportación del río en la entrada a Oliana y Rialb.

Según el presidente de los regantes, Amadeu Ros, ayer entraban unos 12 metros cúbicos por segundo y salían unos 27 para regadíos y caudal ambiental. Añadió que calculan que podrán prolongar la campaña hasta el 30 de septiembre. Pese a todo, el principal uso del embalse son los abastecimientos.

Solo el Canal d’Urgell sirve a unos 120.000 vecinos de varias comarcas del llano. El suministro también está en principio asegurado.