Las reservas en los embalses de la cuenca del Segre continúan a la baja a pesar de las últimas lluvias

Las reservas en los embalses de la cuenca del Segre, que desde hace semanas se encuentra en situación de emergencia hidrológica, siguen a la baja a pesar de las últimas lluvias. Rialb almacena 21 hm3 (el 5,21% de su capacidad), mientras que Oliana dispone de 35,9 hm3 (42,59%). La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) prevé seguir manteniendo una salida de agua para cubrir los consumos del caudal ecológico y parte del riego del canales de Urgell y Segarra-Garrigues, cosa que provoca que el nivel baje más rápido en Rialb.

Cuando se llegue a la cuota mínima de explotación de la captación del Segarra-Garrigues, la voluntad de la CHE es acabar la campaña de riego y seguir garantizando los abastecimientos que dependen del de Urgell con el agua disponible en Oliana.

El organismo de cuenca confía en que las últimas lluvias también contribuirán a poder garantizar la campaña de riego al canal de Urgell como mínimo, hasta mediados de septiembre, según ha explicado Ramón Lúquez, jefe de explotación de la CHE. Habitualmente, la campaña de riego en este canal se alargaba hasta finales de septiembre.

La caída de reservas de Rialb llevó a detener la actividad de la central hidroeléctrica que hay en la presa de este embalse. Acciona se vio obligada a parar motores el 24 de agosto por primera vez desde el año 2009. El paro se hizo a petición de la CHE.

La situación, tanto en la Noguera Pallaresa como Ribagorçana, es mejor que en la cuenca del Segre aunque las reservas en los embalses también caen pero lo hacen más lentamente y, además, disponen de un mayor volumen de agua acumulada. Con vistas al próximo año hidrológico, el organismo espera que las precipitaciones ayuden a recuperar en parte los niveles de los embalses, según ha dicho el responsable de la CHE.