AGUAS ABASTECIMIENTO
Mollerussa y seis pueblos del Urgell piden también no beber agua del grifo
Mollerussa y al menos seis municipios más del Pla d'Urgell y del Urgell han recomendado a sus vecinos no beber ni cocinar con agua procedente del Canal d'Urgell tras el episodio de turbidez que comenzó con la tormenta del pasado jueves. Mollerussa y El Palau también han cerrado las fuentes públicas de agua hasta que se normalice la situación.
El ayuntamiento de Mollerussa y el de El Palau d’Anglesola, en el Pla d’Urgell, y al menos los de Sant Martí de Riucorb, Nalec, Vallbona, Maldà y Belianes, en el Urgell, se han sumado al de Agramunt y han recomendado a sus vecinos no consumir agua del grifo para beber ni cocinar por la elevada turbidez con que circula el caudal del canal principal del Urgell, de que se abastecen. Esta situación se originó tras las tormentas del pasado jueves, que causaron una riada en el Llobregós, que desemboca en el origen del canal principal, y generó turbidez en el agua.
El alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, señaló que la empresa concesionaria del servicio de agua en la ciudad, Agbar, se ha puesto en contacto con el ayuntamiento para que alerte a los vecinos. También se ha cortado el agua de las 14 fuentes públicas del municipio. El Palau también ha cerrado sus fuentes.
En Golmés, el alcalde, Jordi Calvís, remarcó que el agua tiene cierta turbidez, pero es apta para el consumo. La potabilizadora funciona al máximo rendimiento para potabilizar el agua, aunque están pendientes de nuevos informes por si hay que alertar a los vecinos.Sant Martí de Riucorb pidió beber agua embotellada porque la del canal “llega ligeramente turbia”. En un eBando, el consistorio afirmó que “las maniobras en la red tienen que hacer que el episodio sea breve”.
En Bellpuig, el alcalde, Jordi Estiarte, también dijo que el agua sale turbia pero no hay limitaciones. En Agramunt la situación mejoró “muchísimo” en relación al fin de semana, según la primera edil, Sílvia Fernàndez, y esperaban normalizarla hoy. En Anglesola, la alcaldesa, Carme Miró, explicó que el agua sale bien del grifo aunque “la estamos controlando con más limpiezas de los filtros”.
En la Fuliola, el alcalde, Jaume Ferrer, explicó que “de momento aguantamos sin usar agua del canal pero las reservas bajan”. En Tàrrega, la alcaldesa, Alba Pijuan, confirmó que “tenemos el agua en condiciones óptimas. De momento lo hemos salvado porque llegamos a tiempo de cerrar el acceso del canal al depósito y usamos nuestras reservas”.
Un año de problemas en decenas de municipios
La turbidez del agua en el Canal d’Urgell se suma a varios problemas más que han tenido numerosos municipios de Lleida este año con el suministro de agua para usos domésticos. Los 25 municipios de la Mancomunitat de les Garrigues estuvieron 19 días sin poder consumir agua del pantano de Utxesa por exceso de pesticidas mientras que Torres de Segre, con captación propia, estuvo 55 días. Más adelante, el bajo nivel de los acuíferos y otras fuentes causó dificultades en varias localidades como la Curullada, en Granyanella, o Maldà. En el Pirineo, Gerri de la Sal aplicó restricciones por escasez de agua. También en el Canal d’Urgell, la escasez afecta al regadío, que pondrá fin a la campaña en unos días para garantizar el abastecimiento a los 120.000 vecinos que lo utilizan para sus hogares.
El río Segre sigue en emergencia a pesar de las últimas lluvias
Las lluvias registradas en los últimos días son por ahora insuficientes para paliar la sequía y el río Segre se mantiene en situación de emergencia por las bajas aportaciones y por las escasas reservas en los embalses. Oliana ganó ayer menos de un hectómetro de agua y Rialb siguió bajando, hasta alcanzar los 20 hectómetros y un 5,16% de su capacidad. Ramón Lúquez, jefe de Explotación de la CHE, dijo ayer que con las últimas lluvias prevén que la campaña de riegos llegue a mediados de septiembre, como mínimo. El bajo nivel de Rialb obligó a Acciona a parar la producción hidroeléctrica. En el Noguera Pallaresa (en alerta) y el Ribagorçana, la situación es mejor pero las reservas también van a la baja, según confirmó Lúquez.