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Lleida tiene 8.000 piscinas, una por cada 55 habitantes y menos que la media catalana

Casi todas al aire libre y más de 1.400, un 20%, se encuentan en la capital del Segrià || Cada vez más ayuntamientos prohíben el uso del agua potable para llenarlas ante la grave situación de sequía

La piscina cubierta de Mollerussa.

La piscina cubierta de Mollerussa.SEGRE

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Lleida tiene 8.046 piscinas, entre las públicas, las comunitarias, las de hoteles y las de viviendas particulares. Esto supone una media de una por cada 55 habitantes, inferior a la del conjunto de Catalunya, con una por cada 40 personas. En el peor episodio de sequía en más de una década, cada vez más ayuntamientos leridano exigen ahorrar agua potable, y con este fin prohíben usarla para fines lúdicos como llenar piscinas.

Según datos de la dirección general del Catastro, la práctica totalidad de las piscinas de Lleida son al aire libre (7.865 frente a solo 181 cubiertas). Algunas de ellas han aflorado en las últimas revisiones catastrales que se han llevado a cabo en los últimos años. A nivel municipal, la ciudad de Lleida concentra 1.463.

Le siguen, por este orden, Alpicat (493), Tàrrega (357), Alcoletge (254), Balaguer (251), Les Borges Blanques (178), Torrefarrera (171), Puigverd de Lleida (161), Cervera (150) y Vilanova de Segrià (143). Por su parte, en el Pirineo, las localidades que tienen más piscinas son Tremp (67) y La Seu d’Urgell (60). Los ayuntamientos de Baix Pallars, Sant Esteve de la Sarga, Esterri d’Àneu y Bellver de Cerdanya son algunos de los que han vetado en Lleida el uso de agua potable para llenar piscinas en uno de los veranos más calurosos que se recuerdan (ver desglose).

Sin embargo, la mayoría filtran y recirculan el agua que contienen, lo que reduce su consumo de forma considerable. Por otra parte, el escenario de escasez de agua que se registra en toda Catalunya también ha llevado a urbanistas y a ecologistas a poner en cuestión el modelo urbanístico de casas y urbanizaciones con piscina

A Lleida ciudad le siguen Alpicat, Tàrrega y Alcoletge, y Tremp y La Seu lideran el ranking en el Pirineo

La empresa concesionaria del servicio, Cassa, informó a los vecinos de que se puede beber agua del grifo

En el conjunto del Estado hay un total de 1.266.000 piscinas, según los datos del Catastro. Esto se traduce en una por cada 37 habitantes.

En este sentido, las comunidades con las ratios más elevadas son las Islas Baleares, con 17 habitantes por piscina; la Comunitat Valenciana, con 21; y Castilla y León, con 25. Donde hay menos concentración es en el norte de España. En Asturias se encuentra una piscina por cada 258 vecinos y en Cantabria, una por cada 140.

Las estadísticas no recogen los datos del País Vasco y Navarra. Mientras, Madrid, Córboba, Marbella y Murcia son las localidades españolas que concentan un mayor número de estos equipamientos.

Continúan los problemas de turbidez en el agua de boca

Bellpuig se sumó ayer a los municipios del Urgell que han recomendado a sus vecinos no beber ni cocinar con agua del grifo que reciben del Canal d’Urgell porque está turbia. Según el alcalde, Jordi Estiarte, “el lunes la compañía responsable del servicio del agua nos informó de que, a pesar de estar un poco turbia, era apta para el consumo pero las últimas lluvias han empeorado su calidad y ya no lo es”. En el Urgell, recomiendan no beber ni cocinar con agua del grifo los municipios de Sant Martí de Riucorb, Vallbona de les Monges, Nalec, Belianes, Maldà y Bellpuig (ver SEGRE de ayer). Agramunt, que el viernes vetó el consumo del agua del grifo, informó ayer que ya se puede beber y cocinar con ella, ya que los parámetros de turbidez volvieron a estar dentro de la normalidad, según CASSA, la empresa concesionaria del servicio (ver claves).

En la Noguera, la empresa concesionaria Agbar también recomienda a la población que se abstenga de beber y cocinar con agua de la red pública en los núcleos de Colldelrat, Tudela, Serò y Vilves, todos ellos en el municipio de Artesa de Segre, donde también se ha detectado turbidez por encima del umbral que fija la normativa. Por lo que respecta a Mollerussa, la empresa que gestiona el servicio, Agbar, indicó que se está trabajando en la mejora de la calidad de agua y que el problema estará solucionado en dos o tres días, según fuentes del consistorio. En el Pla, el ayuntamiento de El Palau señaló que la planta potabilizadora está trabajando al máximo pero todavía no recomienda el uso del agua del grifo para beber y cocinar.

Lo mismo sucede en Vilanova de Bellpuig, donde aseguran que se restablecerá el servicio en breve. Fuentes del Canal d’Urgell aseguraron que el agua por el Principal ya baja limpia y los problemas se irán solventando en cuanto se renueve el agua de los depósitos.

El verano más caluroso en 82 años y 105 días con más de 30 grados

Lleida ciudad vive el verano más caluroso de los últimos 82 años. Después de que en mayo ya se batieran todos los récords, los meses de junio, junio y agosto también han pulverizado los registros. Así, la primera vez que se alcanzaron los 30 grados en Lleida fue el pasado 10 de mayo y ocho días después llegaron los 35 grados más tempranos. En este sentido, el meteorólogo Armand Álvarez aseguró, en declaraciones a TV3, que se han registrado 105 días con temperaturas superiores a los 30 grados.

En 52 de ellos los termómetros han marcado más de 35 y en 7 de estos han estado por encima de los 40 (4 ocasiones en junio, 2 en julio y 1 en agosto). También ha habido 46 noches tropicales. Una de las temperaturas más altas registradas en Lleida en lo que llevamos de verano fueron los 40,8 grados de Gimenells el 12 de agosto.

No obstante, el récord lo sigue ostentando Alcarràs, con 43,8 grados en junio de 2019.

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