Un pueblo del Alt Urgell impulsa un plan para fijar y aumentar población y servicios

El ayuntamiento de Josa i Tuixent, en el Alt Urgell, trabaja para implementar varias acciones que contribuyan a fijar y ampliar la cartera de servicios básicos del municipio. De esta manera, se busca favorecer la llegada de nuevos vecinos y también mantener el volumen de personas que ya residen en el valle. Uno de los proyectos previstos para el año que viene tiene que ver con la ampliación de las instalaciones del consultorio médico, incluyendo también una sala para médicos itinerantes o especialistas que vayan a pasar consulta. Por otra parte, hace justo una semana una familia con cuatro hijos en edad escolar se ha instalado en el pueblo, a raíz de un llamamiento hecho a través del movimiento social 'Repoblem' y con la colaboración del colectivo Reviure las Valls.

Cristina Montero y su marido pensaban desde hacía tiempo en hacer un cambio de vida y dejar Cardedeu (Vallès Oriental) para ir a un pueblo pequeño con sus cuatro hijos. Las dificultades para encontrar vivienda los impedían dar este paso, hasta que encontraron el anuncio de la casa donde se han trasladado en las redes sociales de la cuenta de 'Repoblem'. A pesar de ser consciente que no contará con los mismos servicios que en una ciudad, Cristina cree que podrán vivir más tranquilos" y ve como una ventaja el hecho de llevar a los niños a una escuela rural. Además, la idea es mantener en esta vivienda el taller de ropa artesana que ya tenía.

La propietaria de la casa, Marisa Benages, vive desde hace años en Tuixent y, conocedora de los problemas de riesgo de despoblamiento de la zona, pensó que podía alquilarla a una familia con niños para, también, revitalizar la escuela. Por este motivo, se puso en contacto con el colectivo Reviure las Valls, que a la vez pidió al responsable de la cuenta de 'Repoblem' hacer el llamamiento. Así, ellos se han encargado de responder a las personas interesadas y darles una primera "acogida", tal como explica Andrea Jahnke, una de las integrantes de este colectivo. Ella cree que, a pesar de estar "aislados", el mantenimiento de la escuela es clave para atraer nuevas familias.

Garantizar y ampliar los servicios existentes, disponer de unas buenas comunicaciones y ofrecer recursos a los nuevos residentes que lleguen sin trabajo son algunos de los objetivos del plan estratégico que impulsa el consistorio de Josa i Tuixent, tal como ha explicado su alcaldesa, Marta Poch. En este sentido, ha puesto como ejemplo las inversiones que se han hecho en dos equipamientos municipales, el Refugio de Coll de Port y el Albergue de Can Cortina, para poder alquilarlos y generar empleo. También ha citado la tarea de rehabilitación de viviendas, con ayudas de la Generalitat, para destinar tanto a familias con hijos o a maestros que vengan a trabajar en la escuela, en el nuevo jardín de infancia rural o en el entorno de aprendizaje de Tuixent Cadí-Moixeró.

Poch afirma que a pesar de las posibilidades que se ofrecen desde el ayuntamiento y las empresas privadas de la zona, como la estación de esquí nórdico de Tuixent-La Vansa, también están "encantados" de recibir gente que quiera montar en el pueblo su negocio. Así, detalla que cuentan con un censo de casas y almacenes vacíos, con lo cual se facilita la puesta en contacto con sus propietarios. Además, se trabaja en una nueva ordenanza para promover la rehabilitación de fachadas y tejados. Con todo, el objetivo es generar una base de gente joven con quien forjar las generaciones futuras y "dar estabilidad", tanto laboral como en el mantenimiento de los servicios básicos.

Para la alcaldesa de Josa i Tuixent, el plan estratégico tiene que contribuir a convertir el municipio en un "referente" en la comarca con respecto al mantenimiento de los servicios y la calidad de vida en zonas alejadas, teniendo en cuenta que este se encuentra a una hora de la Seu d'Urgell y también de Berga y Solsona. Poch añade que el pueblo de Tuixent es el más poblado y, por lo tanto, actúa como centro de servicios para otros núcleos del valle de la Vansa. Con la idea de ponerlo más en valor, se han presentado a un concurso para optar a convertirse en 'Pueblo del Año' en las categorías agrícola y cultural, esta última con una candidatura estrechamente ligada al legado del oficio de las 'trementinaires'.