Gerri de la Sal celebra la llegada de 31 nuevos vecinos dándoles una fiesta de bienvenida

Ganar habitantes es motivo de celebración en los municipios rurales del Pirineo, a menudo bajo la amenaza de la despoblación. En Baix Pallars lo aplican a rajatabla, y ayer agasajaron con una fiesta de bienvenida en Gerri de la Sal a las 31 personas que han sumado a su censo en los últimos tres años. La Associació Lo Pedrís la organizó ayer en la plaza de Sant Feliu, en honor a los 27 adultos y los cuatro bebés que han pasado a formar parte de esta localidad del Pallars Sobirà.

La portavoz de esta asociación, Roser Moles, explicó “hace unos diez años que celebramos esta fiesta como reconocimiento y para integrar a los nuevos habitantes”. “El objetivo es que se encuentren cómodos y bien recibidos”, recalca. Sin embargo, la pandemia de Covid obligó a suspenderla en 2020 y 2021.

Este año la retoman tras quedar atrás las restricciones sanitarias. Mientras que en ediciones anteriores la fiesta tenía lugar entre junio y julio, esta vez han esperado hasta septiembre, cuando todos los nuevos vecinos han vuelto de vacaciones.Algunos de los nuevos habitantes homenajeados ayer llegaron de otros municipios de los Pallars. Otros proceden del área metropolitana de Barcelona y también los hay originarios de países como Brasil.

Muchos de ellos acudieron a Gerri de la Sal atraídos por ofertas de empleo en la zona o por la posibilidad de teletrabajar. En la fiesta, la asociación reparte cintas azules como distintitivo para identificar a los nuevos vecinos. “Nos presentamos y les damos la bienvendida, les enseñamos palabras en pallarés y degustamos un pica-pica con platos que elaboramos nosotros mismos”, explica Moles.

La entidad les entrega también los horarios de médicos, líneas de transporte y el mercado. Baix Pallars tiene una población de 342 habitantes, según datos del Idescat en 2021. Moles explica que, en los últimos años, han ido llegando entre diez y doce nuevos vecinos.

“Sin embargo, la población fluctúa y también son muchos los que se marchan también por motivos laborales”, puntualiza. El Atlas Rural de 2022 constata en su informe anual que la población creció entre un 2 y un 5% en las comarcas del Pirineo entre 2020 y 2021. Ejemplo de ello son la Alta Ribagorça y el Pallars Sobirà, además de la Cerdanya.

El Atlas Rural apunta también a una cierta revitalización de la Catalunya rural tras dos décadas de despoblación provocada por la falta de vivienda, de relevo generacional y el déficit en comunicaciones y tecnologías. El teletrabajo y el crecimiento del turismo interior a raíz de la pandemia han sido vitales para frenar esta despoblación.