Guardas rurales empiezan a vigilar las zonas más frecuentadas por los buscadores de setas

Coches mal aparcados en los caminos que, en caso de producirse una emergencia, no permitirían el paso de las ambulancias o los vehículos de Bomberos. Esta es la situación que se han encontrado la pareja de guardas rurales que este sábado ha empezado a patrullar por las zonas más frecuentadas por los buscadores de setas en el Parque Natural del Cadí-Moixeró. En la pista forestal que une Riu de Cerdanya con el refugio Cortals del Ingla, los guardas han puesto una quincena de sanciones en pocas horas: "El desconocimiento de la montaña es muy grande, la gente no sabe las normas básicas". De hecho, los mismos afectados lo reconocen. "No sabía que tienes que dejar 2,5 metros de distancia desde el coche hasta el eje de la carretera", asegura Carlos, a un vecino de Terrassa.

Aparte del aparcamiento, los guardas también informan a los buscadores de setas de la erosión y degradación del suelo, de la afectación a la fauna, a la ganadería y a los particulares que habitan estos espacios o de la generación de ruido y basura.

El Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat ha puesto en marcha un plan de choque para hacer compatible la protección ambiental con los usos y las actividades tradicionales y el uso público y social de los espacios naturales. Una de las medidas de este plan de choque es la intensificación de la vigilancia en el Parque Natural del Cadí-Moixeró entre este sábado 10 de septiembre y el domingo 16 de octubre.