JABALÍES DAÑOS EN EL TRANSPORTE Y LA AGRICULTURA
Parado más de 4 horas en Vallmanya un tren en la vía del AVE al chocar contra un jabalí
La fauna salvaje causó el año pasado casi la mitad de los accidentes de tráfico en el llano|| Agricultores de Peramola y Oliana denuncian pérdidas de 60.000 euros al arrasar los animales salvajes sus fincas
Un tren de Ouigo que circulaba por la línea del AVE de Barcelona a Madrid la noche del viernes chocó contra un jabalí a la altura de Lleida y quedó parado más de cuatro horas en el tramo entre Vallmanya (Alcarràs) y Ballobar. El tren de la compañía privada salió de Barcelona hacia las 20.38 y trasladaba a 900 pasajeros con destino a Madrid. El impacto del animal estropeó el sistema de frenos y obligó a parar el convoy, por lo que la compañía fletó otro tren desde Madrid para trasladar a los viajeros.
Los técnicos lograron reparar parcialmente el sistema y el tren pudo llegar a la estación de Zaragoza circulando a unos 160 kilómetros por hora, según el Heraldo de Aragón. Desde allí el segundo convoy de Ouigo llevó a los viajeros hasta Madrid. El tren debía llegar a Zaragoza-Delicias a las 22.08 y lo hizo a las 2.50.
Los viajeros dieron muestras tanto de indignación como de humor por el rato de espera de noche en un lugar en medio de la nada. Adif, responsable de la vía, reparó la valla rota por el jabalí e investigará el incidente. Los daños del jabalí en las comunicaciones no son nuevos y en el tráfico por carretera causaron en 2021 casi la mitad de los 1.246 accidentes que hubo en el llano de Lleida, junto con la irrupción de corzos y buitres en la vía.
También afectan a la agricultura. Precisamente ayer, agricultores de Oliana y de Peramola denunciaron pérdidas de 60.000 euros en los campos de maíz por daños causados por los jabalíes en las últimas semanas. La superficie cultivada este año de cereal en ambos municipios es de 180 hectáreas y “más de 30 han sido ya arrasadas”, según el alcalde en funciones de Peramola, Joan Puig, uno de los damnificados.
La sequía ha empeorado la situación ya que reduce la comida “y los animales se vuelven locos” por los cultivos. Así, han optado por recolectar el cereal antes de tiempo, “una solución a medias porque el maíz no está acabado de crecer y pierde valor”. El último destrozo fue el viernes en Oliana.
Los animales arrasaron más de 4.000 metros cuadrados de un campo de 7.000.