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El radar que más ingresos y multas genera en las carreteras de Lleida

Un solo radar acumula casi 50.000 multas y 2,5 millones de euros en sanciones en los últimos cuatro años

Un radar de carretera

Un radar de carreteraFoto de Denny Müller en Unsplash

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Los radares fijos instalados en las carreteras de la provincia de Lleida se han convertido en una importante fuente de ingresos para las arcas públicas. Según los datos proporcionados por el Servei Català de Trànsit, en los últimos cuatro años, estos dispositivos han recaudado más de 15,6 millones de euros en multas por exceso de velocidad.

En total, se contabilizan 38 radares fijos activos en las vías autonómicas y estatales que atraviesan el territorio leridano. Aunque algunos de ellos pueden estar temporalmente fuera de servicio por tareas de mantenimiento o actos vandálicos, su eficacia a la hora de sancionar a los conductores que superan los límites de velocidad establecidos queda patente en las cifras registradas.

El impacto de la pandemia en las multas

El año 2019, antes de que la pandemia de la Covid-19 obligara a decretar restricciones de movilidad, fue el más prolífico en cuanto a la imposición de sanciones. En ese ejercicio, los radares de Lleida cazaron a un total de 108.480 infractores, lo que se tradujo en una recaudación de más de 6,2 millones de euros.

Con la llegada de la pandemia y el consiguiente descenso de la circulación, las multas experimentaron un notable descenso. Así, en 2020 se registraron 74.374 sanciones, con una recaudación de más de 3,6 millones. Sin embargo, en 2021, con el fin de las restricciones, se produjo un repunte y los radares sancionaron a 90.247 conductores, ingresando cerca de 4,1 millones.

Los radares más activos de la provincia

De entre todos los radares fijos de Lleida, hay cinco que destacan por su especial eficacia a la hora de cazar infractores. Se trata de los ubicados en L'Albi y Castelldans, ambos en la AP-2, así como los de Bassella (C-14), Tàrrega (A-2) y Vinaixa (N-240). Solo estos cinco dispositivos acumulan más de la mitad del total de la recaudación obtenida desde 2019.

El caso más llamativo es el del radar de L'Albi, que en los últimos cuatro años ha impuesto 47.245 multas y ha recaudado más de 2,5 millones de euros. Le sigue el de Castelldans, también en la AP-2, con 35.427 sanciones y más de 1,9 millones ingresados en el mismo periodo.

La velocidad, un factor de riesgo en la seguridad vial

Más allá de su papel recaudatorio, el objetivo principal de los radares de tráfico es contribuir a la seguridad vial y reducir la siniestralidad en las carreteras. El exceso de velocidad es uno de los principales factores de riesgo en la conducción, ya que incrementa tanto la probabilidad de sufrir un accidente como la gravedad de sus consecuencias.

Según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), la velocidad inadecuada está detrás de casi un tercio de los accidentes mortales que se producen en las carreteras españolas. Por ello, los expertos insisten en la importancia de respetar escrupulosamente los límites establecidos y adaptar la velocidad a las condiciones de la vía y de la circulación en cada momento.

Los radares fijos de las carreteras de Lleida han recaudado más de 15,6 millones de euros en multas por exceso de velocidad en los últimos cuatro años. El radar que más sanciones ha impuesto es el ubicado en L'Albi (AP-2), con 47.245 multas y 2,5 millones de euros ingresados desde 2019. Aunque la pandemia supuso un descenso de la recaudación, en 2021 se produjo un repunte con la vuelta a la normalidad en la circulación.

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