EDUCACIÓN CENTROS
Treinta niños y niñas del Pallars Jussà acuden a una escuela que la Generalitat no reconoce
El colegio El Rogle, fundado en 2020 por una asociación de familias || Educación intentó cerrarlo y el centro abre la puerta a regularizar su situación sin renunciar al modelo pedagógico que defiende
Una treintena de niños y niñas del Pallars Jussà acuden a clase en una escuela que la Generalitat no reconoce como tal. Se trata de El Rogle Waldorf Lliure, fundado por una asociación de familias. Abrió en 2020 en una casa próxima a la carretera C-13 en Talarn y el departamento de Educación trató de cerrarla al poco de su estreno.
Dos años después, responsables del centro mantienen contactos con la conselleria para abordar la posibilidad de regularizarlo sin renunciar al modelo pedagógico que defienden. La escuela se constituyó para impulsar la pedagogía Waldorf, un modelo educativo alternativo que otorga una gran importancia a la experimentación y la comprensión por parte de los alumnos y busca favorecer todas las facetas de su desarrollo personal. El colegio imparte desde educación Infantil hasta Secundaria obligatoria (ESO), aunque Educación no expediría este título a los alumnos que concluyan allí sus estudios, al tratarse de un centro al margen del sistema educativo oficial.
Así lo explicó el director de los servicios territoriales de Educación en Lleida, Claudi Vidal. “Estos menores tienen plaza en una escuela, y al no acudir a ella se considera que están en situación de absentismo escolar”, afirmó Vidal. Indicó que su conselleria envió inspectores a El Rogle, instó al ayuntamiento de Talarn a cerrarlo y que también intervinieron los servicios sociales.
Nada de ello tuvo efecto alguno: el consistorio rechazó cerrar la escuela hace dos años al considerar que se trataba de un conflicto educativo que excedía sus competencias. Los protocolos de los servicios sociales, por su parte, están diseñados para actuar ante situaciones de desamparo de menores, algo que no sucede en el caso de los alumnos de El Rogle.“No es desamparo ni abandono, son familias que eligen un modelo concreto de enseñanza”, recalcó la directora de la escuela, Alicia Saiz, quien reivindicó el derecho de las familias a “decidir sobre la educación de sus hijos”. Defendió el empleo de la pedagogía Waldorf e indicó que el centro quiere mantener una ratio de un máximo de doce alumnos por cada docente. En los centros públicos es de al menos una veintena, en función de cada curso. Para la directora, mantener las premisas que inspiraron la fundación de la escuela es más importante que obtener el reconocimiento de la Generalitat. “Nos hemos reunido con la conselleria, pero no solo vamos a escuchar, también queremos ser escuchados”, dijo.
Sin subvenciones para el colegio ni para las familias de los alumnos
La directora de El Rogle aseguró que las familias de los alumnos saben que el centro no está reconocido por la Generalitat, y destacó que pese a ello están “comprometidas con el proyecto educativo”. La escuela no recibe ayudas al no formar parte del sistema educativo oficial, y se sostiene gracias a las cuotas que pagan las familias. Estas, a su vez, no pueden optar a subvenciones de comedor ni tienen bus escolar gratuito.Al no poder obtener el título de la ESO en El Rogle, tanto Saiz como Vidal apuntaron la posibilidad de que los escolares cursen el último curso de la Secundaria obligatoria en otra escuela. La directora, añadió otra alternativa: indicó que se puede acceder sin la ESO a algunas titulaciones como las de las EOI y el grado medio artístico y de educación física. A otros se puede acceder tras pasar una prueba a partir de los 17 años. “Querríamos hacer un curso más para prepararlas”, dijo.