ESNOTICIA
Más de dos mil plantas solares de autoconsumo
El doble que hace un año || Se abren camino las compartidas y ya hay 24
Más de dos mil instalaciones de paneles solares para autoconsumo eléctrico funcionan ya en las comarcas de Lleida, según datos del Institut Català de l’Energia (Icaen). Son más del doble del año pasado y proliferan a un ritmo cada vez más rápido en los tejados de naves industriales, explotaciones agrarias, edificios públicos y viviendas. Suman ya más de 23 megavatios (MW) de potencia, de los cuales 2,6 corresponden a las 303 instalaciones de paneles fotovoltaicos desplegados en la ciudad de Lleida.
Su crecimiento se ve espoleado por las subidas de precios de la energía, por subvenciones directas vinculadas a los fondos Next Generation de la UE y por bonificaciones fiscales al impuesto municipal de obras y el IBI que aplican cada vez más ayuntamientos leridanos. De las 2.139 instalaciones de autoconsumo en servicio en las comarcas de Lleida, 24 son de uso compartido, una modalidad que empieza a abrirse camino a pesar de las limitaciones que dicta la normativa española: esta establece que los consumidores que compartan una misma instalación no pueden estar a más de 500 metros de los paneles solares que generan la electricidad. En Francia el límite puede llegar hasta los 20 kilómetros, lo que facilita la el uso compartido de placas fotovoltaicas.
Entre los pioneros en Lleida del autoconumo compartido se encuentran ayuntamientos como los de La Granadella, Torrebesses y Els Alamús. En este último municipio, los paneles solares instalados en los tejados del polideportivo y el casal social proporcionan ya parte de la electricidad que consumen estos edificios y también la sede del consistorio, una guardería, el colegio de Primaria y el depósito municipal de agua. El alcalde, Celestí Panavera, explicó que ahora tratan de acordar con la compañía eléctrica una compensación en la factura eléctrica municipal por los excedentes de energía que vierten en la red los paneles solares en los días y horas en que los equipamientos públicos no la consumen.Cada vez más consistorios se suman a esta fórmula para reducir el gasto energético.
La Paeria de Balaguer, por ejemplo, ha aprobado este mes su proyecto de autoconsumo de energía solar en media docena de edificios municipales: los pabellones de Inpacsa y el 1d’Octubre, donde se instalarán los paneles fotovoltiacos, y también a a la piscina cubierta, el campo de fútbol, la escuela Gaspar de Portolà y la guardería Els Putxinel·lis.
La capital del Segrià concentra 303 instalaciones de autoconsumo que suman 2,6 MW de potencia
A los proyectos de los ayuntamientos se suman los de las primeras comunidades energéticas que han empiezado a constituirse en el último año en las comarcas leridanas. Esta misma semana se presentó en Tremp la comunidad Energia del Pallars Jussà. Esta entidad, que funcionará en régimen de cooperativa, ha recibido una subvención de 320.000 euros del fondo Next Generation de la UE para desarrollar su proyecto, que plantea desplegar paneles solares en tejados de edificios de titularidad municipal para suministrar electricidad a unas 400 viviendas a partir de 2023.
Sin embargo, la forma de colaboración que prolifera con mayor rapidez en materia de autoconsumo de energía son las compras conjuntas de paneles solares para uso individual. Esta fórmula, que permite reducir los costes de los materiales y de instalación, se ha aplicado ya en algunas localidades leridanas como por ejemplo en el pueblo de Raimat. Altas concentraciones de paneles solares y molinos de viento provocaron preocupación y protestas hace más de un año en la Segarra, Les Garrigues y el Pallars Jussà.
Ahora que parte de aquellos proyectos han quedado en el dique seco, las movilizaciones siguen, aunque ahora se centran en gran medida en las líneas de alta y muy alta tensión vinculadas a energías renovables. Los contrarios a estas instalaciones temen posibles perjuicios para la salud y que servidumbres de paso lastren la agricultura y otras actividades económicas. Al margen de las líneas de Red Eléctrica de España (REE), promotores de grandes complejos solares y eólicos promueven sus propias líneas y subestaciones para evacuar la energía de molinos y paneles solares.
Ejemplo de ello es la que plantean de forma conjunta Ignis y Solaria para los grandes parques fotovoltaicos que promueven en Alcarràs.También el grupo Forestalia proyecta sus propias líneas de muy alta tensión, aunque de una envergadura muy superior. Plantea cientos de kilómetros de torres y cable para llevar a Barcelona la energía generada por aerogeneradores y paneles fotovoltaicos de Aragón. Para ello concibió en principio cuatro líneas, tres de las cuales debían cruzar Lleida.
Finalmente la empresa renunció a una de ellas y ahora prevé una a través del llano de Lleida y otra que enlazaría con la red de REE en el Pallars Jussà.
Doce pueblos limitan centrales sin esperar a que lo haga el Govern
Fulleda y Tarrés fueron los primeros municipios de Lleida donde se alzaron molinos de viento, con la construcción del parque eólico de la Serra de Vilobí en 2006. Más de una década después, Tarrés se convirtió en pionero en limitar la instalación de aerogeneradores y grandes centrales solares en su término municipal.
Lo hizo a través de su plan de ordenación urbanística (POUM), aprobado a finales de 2020. Fulleda, por su parte, ha dado los primeros pasos para hacerlo cambiando su POUM.Al menos 12 municipios leridanos han impulsado en el último año ordenanzas y planes urbanísticos para reducir el impacto paisajístico de centrales solares y eólicas y evitar que la compra y el alquiler de suelo para construirlas entre en conflicto con la actividad agrícola. Además de Tarrés y Fulleda, la lista incluye Algerri, Bellaguarda, La Granadella, Granyena de Les Garrigues, Els Omellons, Ossó de Sió, La Pobla de Cérvoles, El Soleràs, Talarn, Els Torms y El Vilosell.
Más del 20% de la energía limpia, fuera del control de la Generalitat
Más del 20% de la potencia solar y eólica prevista en Lleida está fuera del control de la Generalitat. Son proyectos cuya potencia supera los 50 MW, el umbral a partir del cual el Estado tiene la competencia para autorizarlos. El Gobierno español no exige requisitos de la normativa catalana como informar a los municipios y alcanzar acuerdos con el territorio.
Algunos promotores aprovechan esta disparidad de criterio en busca de condiciones favorables. Es el caso de los parques eólicos Segarra Sud 1 y 2, con molinos previstos en Ribera d’Ondara, Montoliu de Segarra y Talavera. Inicialmente eran tres proyectos que debía autorizar la administración catalana.
Cuando esta aumentó los requisitos, su promotor fusionó los más de 20 aerogeneadores en dos parques de competencia estatal, al superar ambos los 50 MW. La central eólica de Suró, en la Segarra, y la de BCN Solar 2, con paneles solares en el Urgell, deberán recibir también licencia del Estado.
Advierten de que faltan un millar de instaladores
El Gremi d’Instal·ladors de Lleida adviertió meses atrás sobre la escasez de personal en esta profesión, especialmente ante la creciente demanda de instalaciones de paneles solares.
Su presidente, Joan Fornes, valoró que “el sector tiene capacidad para más de un millar de profesionales más” en las comarcas leridanas y advirtió que buena parte de los que ahora trabajan se jubilarán en cinco años. Esta entidad imparte desde el año pasado cursos específicos dedicados a la instalación de paneles solares.