SUCESOS INVESTIGACIÓN
El arresto por el crimen de Les Borges, por riesgo de fuga
El juez temió que huyera del país al verse acorralado por los Mossos || Podría ser juzgado aunque no aparezca el cadáver
Los Mossos buscaron en los alrededores de la casa.
Los Mossos d’Esquadra decidieron detener a Alberto B.M., un vecino de Lleida de unos 44 años, como presunto autor del asesinato en octubre del año pasado de un joven que custodiaba una plantación de marihuana en una casa de Les Borges Blanques ante el temor de que pudiera darse a la fuga, según informaron fuentes solventes. Los agentes de la Unidad Territorial de Investigación (UTI) de Ponent de los Mossos hacía meses que le seguían la pista como principal sospechoso y fueron obteniendo indicios que apuntaban a su autoría. Los investigadores, entre otras pesquisas, rastrearon los móviles que podían haber estado en la zona los días en los que se habría producido el crimen con la triangulación de las antenas que dan señal en la zona.
Cabe recordar que el hombre está encarcelado preventivamente desde principios junio en el Centre Penitenciari Ponent en una causa abierta por asesinato, como avanzó ayer SEGRE. La víctima es Pol Cugat, un joven de 20 años de Barcelona y cuyo cadáver no ha sido hallado desde el 23 de octubre del año pasado, cuando dos hombres se presentaron en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de Lleida para denunciar que alguien había matado al vigilante de la plantación de marihuana que tenían oculta en una casa de la capital de Les Garrigues y que ellos no habían sido. Precisamente, los Mossos siguen con la búsqueda del cuerpo para poderlo encontrar antes de la celebración del juicio.
En caso de que no lo hallaran, el juicio podría celebrarse igual si el juez instructor y la Fiscalía consideran que hay suficientes pruebas, como creen los Mossos d’Esquadra. Es el caso de Ramón Laso, un vecino de Tarragona que es el primer condenado en España por doble homicidio sin confesión ni testigos directos y sin que se hayan encontrado los cadáveres de su pareja y su cuñada. O el de Marta del Castillo, una joven sevillana cuyo cadáver no ha aparecido y que un joven confesó que la había matado y que fue condenado a 21 años de prisión.
