Apuestan por las vías de trashumancia para usos turísticos y patrimoniales

El II Congreso de Transhumancia y Camins Ramaders de Catalunya finalizó ayer después de tres días de debate sobre ganadería extensiva en El Pont de Suert en el que que han participado unos 70 profesionales. El mantenimiento de las cañadas como la que nace en Linyola (Pla) y llega hasta Taüll (Alta Ribagorça), de unos 130 kilómetros, fue uno de los principales temas dada su importancia como vertebrador del territorio. Según los organizadores, se trata de caminos no solo de transporte de ganado a pie, sino que también repercuten en la promoción turística y reactivación económica, así como la protección del patrimonio.

En este sentido, se trabaja para evitar que se pierdan a través del proyecto “Transcabanera”, centrado en esta vía del Pla a la Alta Ribagorça. Precisamente, esta semana varios ganaderos han comenzado a reagrupar a sus rebaños en el Pirineo para bajarlos hasta el llano, muchos a pie, otros en camiones. La crisis energética y climática, el impacto de la nueva PAC, el relevo generacional, el acceso a la tierra o la igualdad de género fueron otros temas del debate sobre ganadería extensiva.

En este sentido, se planteó que la nueva Política Agraria Común (PAC) incluya el concepto de quien contamina paga y que se reconozca al que conserve la actividad. Sobre el relevo generacional, el congreso remarcó la neceisdad de disminuir las cargas burocráticas y facilitar el acceso a las nuevas tecnologías. Asimismo, la afectación de la fauna salvaje y su impacto en la reducción de los pastos fue otro punto tratado.

El Congreso fue organizado por el Institut per al Desenvolupament i la Promoció de l’Alt Pirineu i Aran y la UdL, entre otros, y continuará este mes en Amposta e Igualada.