Radares de tramo y velocidad variable en 6 km de la AP-2 cuando haya niebla

El ministerio de Transportes ha iniciado las obras para mejorar la seguridad de la AP-2 en los días de niebla. Actúa ya en un tramo de seis kilómetros en los municipios de Castelldans, Juneda y Les Borges, donde la velocidad máxima para circular variará en función de la visibilidad. Señales luminosas indicarán cuál es el límite en cada momento y radares de tramo multarán a quienes lo superen. Las obras incluyen la instalación de siete visibilímetros, unos dispositivos que medirán la densidad de la niebla para ajustar la velocidad máxima en función de la visibilidad. Treinta y dos pórticos sobre las calzadas de la autopista informarán de cuál es el límite que se aplica en cada momento. El jefe de la unidad de Carreteras del Estado en Lleida, Juan Antonio Romero, explicó que la velocidad máxima podría llegar a reducirse hasta los 30 kilómetros por hora. El subdelegado del Gobierno, José Crespín, recordó que “la velocidad es un factor importante en la siniestralidad” y avanzó que, cuando la niebla sea muy densa, se cerrará el carril izquierdo de las dos calzadas de la AP-2 para impedir los adelantamientos. El ministerio de Transportes invierte 6 millones de euros en esta actuación, que deberá estar lista para el próximo invierno, como ya avanzó SEGRE. Crespín añadió que, en una segunda fase, se instalarán también balizas luminosas en los 6 kilómetros de autopista que ahora están en obras. En el tramo donde se reforzará la seguridad registra una elevada concentración de bancos de niebla en invierno. Es también un punto negro de la red viaria de Lleida y acumula ya varios accidentes mortales. El último sucedió el 31 de diciembre, durante un episodio de niebla, y hubo 3 fallecidos: una pareja de Barcelona y su hija menor de edad, en un choque en cadena con otros 8 heridos.

El cierre de la autopista será una medida “extrema”

El subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, afirmó ayer que “la situación tendría que ser muy extrema” para aplicar un cierre de la autopista cuando haya mala visibilidad. El protocolo antiniebla de la AP-2 cuenta con cuatro fases y se activa cuando la visibilidad cae por debajo de los 300 metros. Cuando es inferior a 75 el tráfico se desvía a la N-240, que transcurre casi paralela a la autopista. Sin embargo, Crespín explicó ayer que el nuevo sistema implantado en la AP-2 incorpora “elementos para garantizar la seguridad vial en la autopista sin la necesidad de llevar a cabo acciones más drásticas”, en referencia al cierre de la AP- 2 por la niebla. Esta medida solo se ha aplicado en cinco ocasiones y los alcaldes han mostrado en todas las ocasiones su oposición al desvío, al considerar que solo traslada el problema a otra carretera. El subdelegado destacó que el objetivo de las nuevas medidas implantadas en la autopista es incrementar la seguridad de los usuarios. Asimismo, recordó que el tráfico en la AP-2 se ha duplicado desde que se levantaron los peajes en septiembre del año pasado. Cabe recordar que el Gobierno central ya proyecta nuevos accesos a la autopista en Castelldans y entre Tarrés y Vimbodí.