El Govern recibe más de 20 peticiones al día para quemas agrícolas en plena prohibición

La conselleria de Acción Climática ha recibido solo de las comarcas del llano de Lleida más de veinte solicitudes al día para quemas agrícolas excepcionales en plena prohibición. Desde el pasado martes se han registrado 70 peticiones: 38 de ellas del Segrià; 19 en Les Garrigues; 5 en la Segarra; 4 en el Pla d’Urgell; 3 en el Urgell y 1 en la Noguera, según los datos de la conselleria. Son solicitudes “excepcionales” para llevar a cabo quemas agrícolas allí donde los restos vegetales supongan un peligro de incendio o de propagación de plagas.

Estas son las dos únicas circunstancias bajo las cuales permite la actividad la ley estatal de residuos, en vigor desde el 7 de abril. La conselleria puso en marcha el pasado fin de semana un proceso para dar agilidad a estos permisos a la espera de normalizar y flexibilizar la actividad, pendiente de la aprobación de la nueva ley de gestión de la PAC, que incluye un artículo con el que se pretende eliminar el veto a las quemas, al incorporar una enmienda del PDeCAt que derogaría el apartado de la ley de residuos que veta esta actividad. No obstante, la ley sigue su tramitación en el Congreso y el Senado y previsiblemente no se aprobará ni entrará en vigor hasta final de año.

La Generalitat pidió al Estado derogar este artículo de la ley o una moratoria. Mientras tanto, siguen vigentes las limitaciones de la norma estatal. Hasta la entrada en vigor de la ley de residuos, el periodo de quemas iba del 15 de octubre al 14 de marzo, cuando solo se requería una comunicación, por lo que el pasado sábado hubiera comenzado la quema libre de restos de la poda, solo con previa comunicación.

Del 15 de marzo al 15 de octubre la actividad estaba prohibida, salvo permisos excepcionales. Ahora está vetado de forma generalizada todo el año y solo se permiten estas dos “excepcionalidades”. Los agricultores reclaman a la conselleria “celeridad” en la resolución de estos permisos.

Estiman que en los próximos días el número de solicitudes será mayor, “cuando se esté en plena campaña de poda”. Los sindicatos agrarios apuntaron que cuando el Pirineo comience a pedir permisos se podrían superar el centenar a la semana. Alertan también de que la nueva ley pone en peligro subvenciones a sus plantaciones.

Por ejemplo, de las ayudas de los planes operativos. Arguyen que si no pueden quemar o deben esperar la resolución de los expedientes de solicitud de quema, pueden perder ayudas. El presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, recordó que de momento los agricultores tienen prohibido calcinar los restos vegetales procedentes de la poda, salvo si se obtienen estos permisos de la conselleria de Acción Climática, que deben autorizar la actividad.

“Es vital que agilicen la autorización para poder hacer el trabajo de la mejor manera. Exigimos celeberidad y que nos autoricen quemar”, dijo. El sindicato ha iniciado una ronda de charlas informativas en los pueblos para dar a conocer a los agricultores las exigencias y las limitaciones de la normativa.

Ayer se llevó a cabo en Lleida, hoy en Ponts y Seròs y el lunes en Tremp. El sindicato Jarc también denunció la falta de previsión y de información al sector por parte de Acción Climática y desde UP exigieron adaptar la ley a las exigencias europeas de residuos, que no establecen la obligatoriedad de tratar los restos, lo que implica un coste para el sector.