Una multa deja la escuela de esquí de La Vall de Boí al borde de un concurso de acreedores

Una cuantiosa multa ha dejado al borde del concurso de acreedores la escuela de esquí municipal de La Vall de Boí, que cada temporada de invierno emplea entre cincuenta y ochenta monitores. La seguridad social la impuso en el año 2017 al considerar que la empresa pública recurría de forma irregular a trabajadores autónomos, y exigió contratarlos como empleados por cuenta ajena. La sanción ascendió a 200.000 euros, a los que se sumaron 70.000 euros más para regularizar los contratos del personal.

Tras años de litigios en los tribunales y dos sentencias en contra del ayuntamiento, el último recurso presentado por el consistorio ha sido desestimado. La cantidad que reclama la seguridad social supone alrededor del 10% del presupuesto total del ayuntamiento de La Vall de Boí. El concurso de acreedores no se ha formalizado por ahora ante el juzgado de lo mercantil, aunque el equipo de gobierno de ERC ya ha comunicado que se plantea presentarlo tanto a trabajadores de la escuela de esquí como a los concejales en la oposición de JxCat.

Así lo corroboraron ayer fuentes próximas al proceso, que apuntaron que el gobierno municipal ha transmitido esta semana a los empleados de la escuela de esquí un mensaje tranquilizador, para disipar posibles temores sobre la continuidad de la actividad el próximo invierno y de los empleos de los monitores, que imparten clases en las pistas de Boí Taüll. En el caso de la oposición, se les comunicó la situación porque tanto los ediles de JxCat como los del gobierno son miembros del consejo de administración de la empresa pública de la escuela. El equipo de gobierno declinó hacer ayer cualquier declaración sobre esta cuestión, que tiene su origen en el mandato anterior y cuyas consecuencias debe afrontar el actual consistorio cinco años después.

Si finalmente se formaliza el concurso de acreedores, corresponderá al juzgado de lo mercantil determinar si el consistorio conserva la gestión de la escuela de esquí o bien pasa a manos del administrador concursal. Este proceso judicial, que sustituye a la antigua suspensión de pagos, evita la ejecución inmediata de deudas como la que reclama la Seguridad Social mientras se negocian fraccionamientos de pago y posibles quitas con los acreedores, unos acuerdos que deben plasmarse en un convenio. Solo en caso de que esto no fuera posible se entraría en un proceso de liquidación de la empresa.

Una serie de inspecciones con multas a escuelas de todo el Pirineo

La sanción que pesa desde hace cinco años sobre la escuela municipal de esquí de La Vall de Boí se enmarca en una serie de inspecciones que Trabajo llevó a cabo a principios de 2017 en diferentes centros de todo el Pirineo. Se saldó con multas para algunos de ellos que ascendieron a más de un millón de euros y que obligaron a regularizar la contratación de decenas de monitores en las comarcas del Pirineo leridano al considerarlos falsos autónomos.Las inspecciones de Trabajo y las resoluciones sancionadoras como consecuencia de ellas provocaron en su momento sorpresa entre las escuelas de esquí, dado que la contratación de monitores autónomos había sido una práctica habitual durante décadas. Se basaba en que cada monitor entregaba al centro donde trabajaba una hoja de disponibilidad y la empresa distribuía el trabajo entre los diferentes autónomos en función de la demanda.