MEDIO AMBIENTE RESIDUOS
Resucitan el vertedero de Seròs al pedir una nueva licencia a la Generalitat
Después de sentencias contra el polémico proyecto y con la oposición del territorio
El promotor del vertedero de Seròs han retomado este polémico proyecto, al solicitar a la Generalitat una nueva licencia ambiental después de que la primera quedase anulada por una sentencia judicial. Esto ha provocado indignación entre los alcaldes del sur del Segrià, que encabezaron hace una más de una década la oposición a este depósito de residuos.
El polémico vertedero de residuos industriales proyectado en Seròs hace trece años vuelve a tramitarse. El promotor, la empresa Dipósits Controlats de Catalunya (DCC), tramita una nueva licencia ambiental ante la conselleria de Acción Climática. Esto ha desatado la indignación de los alcaldes del sur del Segrià, que se movilizaron contra este proyecto hace más de una década.
El vertedero ya recibió una primera autorización ambiental en 2013. Sin embargo, quedó anulada cuatro años después por una sentencia judicial, porque el proyecto no cumplió el requisito de plantear alternativas a la ubicación elegida, a seis kilómetros de Almatret y siete de Maials. Fue un defecto de forma que ahora la empresa espera subsanar con una nueva licencia. Otra sentencia anuló en 2017 el plan especial urbanístico que amparaba depósito de residuos, pero el actual POUM de Seròs, en vigor desde 2015, incluye una reserva de suelo para construirlo.
El proyecto, actualmente en periodo de información pública, incluye un depósito controlado de residuos no peligrosos, un centro de clasificación y selección y otro de recuperación de desechos que se ejecutarán en seis fases. Plantea que acumule más de 3,3 millones de metros cúbicos de desechos a lo largo de una vida útil que se calcula en unos 15 años.
El presidente del consell del Segrià y alcalde de Maials, David Masot, avanzó que el ente comarcal y los ayuntamientos del sur de la comarca volverán a oponerse al vertedero de Seròs y que buscarán el respaldo de la Diputación para que evitar que el proyecto prospere, al considerar que tendrá un importante impacto en el territorio. Los afectados tienen 30 días para presentar alegaciones, algo en lo que no se demorarán para que no suceda lo mismo que con el vertedero de Riba-Roja.
“No seremos el basurero de nadie y acudiremos a todas las instancias”
Alcaldes del sur del Segrià coincidieron ayer en su repulsa al proyecto, al considerar que hipoteca el futuro de sus pueblos. La alcaldesa de Aitona, Rosa Pujol, remarcó que “luchamos por el Fruiturismo y por iniciativas sostenibles vinculadas a la agricultura” y rechazó que “ahora nos pongan un vertedero que recogerá residuos de otras zonas industriales”.
“No es para nada justo”, concluyó. El alcalde de La Granja d’Escarp, Manel Solé, indicó que “no estamos dispuestos a ser el basurero de nadie, y menos de comarcas industriales cuando lo que queremos es potenciar iniciativas respetuosas con el medio ambiente.
Estos residuos deben almacenarse donde se generan, por lo que recurriremos a todas las instancias hasta paralizar el proyecto”. El alcalde de Almatret, Jordi Tarragó, expresó su indignación y recordó que la Justicia ya ha fallado contra el proyecto, “algo que no se puede obviar”. El primer edil de Maials, David Masot, dijo que buscarán todos los apoyos institucionales posibles con la mayor celeridad “para que no haya sorpresas y se nos acaben los plazos”. El alcalde Seròs insistió en que todavía queda un proceso largo hasta que el proyecto llegue al ayuntamiento para solicitar licencia de obras. “En este punto, el consistorio consultará y hará lo que diga el pueblo”.
La oposición no logró frenar el de Riba-roja, a 8 kilómetros del Segrià
Las movilizaciones contra el proyecto del vertedero de Riba-roja, en la comarca tarraconense de la Ribera d’Ebre pero a solo 8 kilómetros del Segrià, no lograron evitar que este depósito de residuos acabase construyéndose en 2019 y entrase en funcionamiento en 2020. Actualmente sigue recibiendo residuos, pese a una sentencia que declara nulos sus permisos pero aún no es firme.
“No queremos que nos pase lo mismo con el vertedero de Seròa”, aseguró el presidente del consell del Segrià, David Masot. “Entonces no nos llegó la información a tiempo y no pudimos recurrir con garantías, ya que casi todos los permisos estaban otorgados y las obras en Riba-roja se ejecutaron pese a nuestra oposición”. Los contrarios han logrado una primera victoria judicial: una sentencia que anula los permisos del depósito de residuos al considerar se construyó en una zona de protección especial. El promotor ha dado los primeros pasos para recurrirla.
“Es muy posible que si, finalmente, el proceso judicial termina dándonos la razón, el daño ambiental y en el territorio ya estará hecho y la resposabilidad de repararlo será de la administración”, remarcaron tanto Masot como el alcalde de Almatret, Jordi Tarragó. La construcción del vertedero recibió el apoyo ayuntamiento de Riba-roja, que recibe 150.000 euros anuales en compensación.