ESNOTICIA
Daños multimillonarios en toda la demarcación
Las riadas de 1982 provocaron unas pérdidas globales de 45.000 millones de pesetas de la época (más de 270 millones de euros). Las inversiones para rehabilitar infraestructuras viarias y servicios superaron los 9.000 millones de pesetas (54 millones de euros). El Pallars Sobirà fue la comarca más afectada, con unas pérdidas equivalentes a 278.000 pesetas por habitante (1.670, 814 €).
En La Guingueta d'Àneu, seriamente afectada por un corrimiento de tierras, el coste por habitante casi llegó a los 2 millones de pesetas (12.000 euros). Reparar los daños en el Principat d'Andorra costó más de 1.000 millones de pesetas, según informó entonces su Govern. Solo en La Seu d'Urgell el episodio causó pérdidas por valor de unos ocho millones de euros, y en el conjunto de la comarca del Alt Urgell, de 38 millones.
La construcción del nuevo pueblo de El Pont de Bar, que prácticamente había desaparecido, supuso un gasto de unos 90 millones de pesetas (unos 540.000 euros), de los que la Generalitat financió el 30%. Para La Seu d'Urgell, la tragedia se transformó en oportunidad. Las riadas, y la necesidad de reconstruir la zona, fueron un factor clave para que la capital del Alt Urgell se convirtiera en subsede olímpica.
En 1986, Barcelona consiguió los Juegos Olímpicos. Acoger las pruebas de piragüismo se presentó como una ocasión irrepetible para regenerar el entorno del río. Así fue como se construyó el Parc del Segre, una inversión multimillonaria que posicionó la ciudad a nivel turístico y deportivo.
El proyecto también sirvió para canalizar el río y reordenar toda la zona de los huertos que había quedado inundada durante el episodio de gota fría.