ESNOTICIA
Lleida conmemora el 40 aniversario de las riadas en uno de los años más secos
Las aportaciones de agua al pantano de Oliana se sitúan en la mitad de la media
Lleida se vuelca en el recuerdo de los 40 años de las inundaciones de 1982 en uno de los años más secos desde que se tienen registros. Según fuentes del Canal d'Urgell, el río Segre a la entrada del embalse de Oliana ha registrado en este año hidrológico el paso de 485 hectómetros cúbicos de agua, cuando la media de los últimos 50 años es de 845.
Lleida conmemora el 40 aniversario de las riadas del 7 y 8 de noviembre de 1982 en uno de los años con los registros más bajos de precipitaciones. En este sentido, el año hidrológico 2021-2022, que finalizó el pasado mes de octubre, se cerró como uno de los más secos desde que se tienen registros, especialmente en la cuenca del río Segre, que está en situación de emergencia desde hace meses y donde las aportaciones de agua en la entrada al pantano de Oliana se sitúan en la mitad que la media histórica. Según fuentes del Canal d’Urgell, principal destinatario de los pantanos del Segre para usos agrícolas, entre octubre de 2021 y octubre de 2022 el río a la entrada de Oliana registró el paso de un total de 485 hectómetros cúbicos de agua, mientras que la media de los últimos 50 años se sitúa en 845 hectómetros cúbicos y la de la última década, en 839. Las reservas brutas actualmente entre Oliana y Rialb se sitúan sobre los 50 hectómetros cúbicos de agua, un 10% de su capacidad total, una cifra del todo insuficiente de cara a la próxima temporada de riegos.
Las lluvias y la nieve que puedan llegar en los próximos meses determinarán si la próxima campaña, que empezará en marzo, tiene el agua asegurada. Las mismas fuentes señalaron que ha llovido unos 100 litros por metro cuadrado menos que la media histórica, con datos de Mollerussa, donde se ubica la Casa Canal.Las cifras de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), a su vez, indican que la sequía de 2005 a 2007 fue algo peor que la situación actual, lo que no le quita gravedad. Según los datos del organismo de cuenca, el río Segre a su paso por La Seu d’Urgell registró el pasado año hidrológico un caudal de 8,3 metros cúbicos por segundo de media, lo que supone un 67% respecto al promedio de los últimos 25 años.
Mientras, en Balaguer el caudal fue de 4,7 metros cúbicos por segundo, que se traduce en un 34,5 de la media. La sequía también amenaza la producción de energía hidroeléctrica y Endesa prevé parar las centrales de Talarn, Escales, Mequinensa, Gavet y El Pont de Montanyana este mismo mes si no se registran importantes precipitaciones. Acciona ya paralizó las turbinas de Rialb a finales de agosto.
El cierre de centrales tiene como objetivo dejar suficientes reservas en los embalses para el suministro de agua de boca. La falta de lluvias ya ha provado un descenso de la producción hidroeléctrica en Lleida. En las centrales de Endesa ha descendido un 14,4% entre enero y septiembre respecto al año pasado.
Si se compara con la media de los últimos 10 años, el descenso es del 32,1%