SEGRE

MEDIO AMBIENTE RESIDUOS

Ayuntamientos y regantes del sur del Segrià alegarán en contra del vertedero de Seròs

Reclaman a la Generalitat que rechace otorgar la licencia para revivirlo con casi el triple de capacidad

Imagen de archivo de una de las movilizaciones vecinales en contra del vertedero de Seròs.

Imagen de archivo de una de las movilizaciones vecinales en contra del vertedero de Seròs.SEGRE

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Ayuntamientos y regantes del sur del Segrià preparan ya alegaciones contra el vertedero que el grupo barcelonés TMA tramita en Seròs y que podrá almacenar hasta 4 millones de toneldadas residuos industriales, el triple de los previstos en el proyecto original. Son los consistorios de Maials, Almatret, Aitona, La Granja d’Escarp y Llardecans, así como la comunidad general de regantes del Segrià Sud. Todos ellos se consideran afectados por el depósito de residuos.

Por su parte, el consell del Segrià estudiará impulsar un frente común con la mayor parte del municipios de la comarca en contra de esta iniciativa. El plazo para alegar finaliza el 19 de diciembre. Las alegaciones argumentan que el vertedero afectará directamente a iniciativas turísticas de la zona, ya que todos los municipios del Baix Segre trabajan en proyectos basados en atraer visitantes durante la floración de los árboles frutales.

También creen que perjudicará a proyectos vinculados a la promoción de espacios naturales protegidos, como el Aiguabarreig de los ríos Cinca y Segre. Asimismo, los contrarios al vertedero aducen que el Baix Segre es una zona principalmente agrícola, donde filtraciones y emisiones que pueda generar el depósito de residuos pueden repercurtir en el subsuelo y la calidad del agua de riego. “No se pueden compaginar agricultura y vertidos industriales”, valoró el presidente del Segrià Sud, Joan Sabaté.

Remarcó que el vertedero está en una zona donde, si hubiera filtraciones, derivarían directamente a la captación de riego de la comunidad en el Ebro. Por otra parte, los consistorios consideran que potenciar las energías solar y eólica para evitar la contaminación y como fuente de ingresos es algo totalmente contrapuesto con tener cerca un vertedero industrial. Por todo ello, pedirán a la Generalitat que rechace otorgar licencia para resucitar un proyecto que ya fue anulado por la Justicia en 2017.

Dos sentencias invalidaron el plan urbanístico y la licencia ambiental que amparaban la construcción del complejo, a raíz de los recursos presentados por el consell comarcal del Segrià y la comunidad del Segrià Sud. Además de los ayuntamientos, vecinos con propiedades próximas al emplazamiento donde está previsto el vertedero han solicitado asesoramiento para alegar. Por su parte, el alcalde de Seròs, Josep Antoni Romia (JxCat), afirmó que el ayuntamiento “no puede alegar contra un proyecto que el anterior consistorio (bajo el gobierno de ERC) avaló con un plan urbanístico”.

“Velaremos porque se cumpla la legalidad y la tramitación por parte de la Generalitat”, dijo. Romia mostró su malestar porque la Generalitat haya iniciado la tramitación del vertedero mientras está a la espera la de parques eólicos y solares en Seròs que reportarían ingresos a las arcas municipales.

Oposición a que esta empresa amplíe otro en Alicante

El grupo TMA considera posible triplicar la capacidad del vertedero de Seròs respecto al proyecto original basándose en la experiencia adquirida “a lo largo de años de explotación de un depósito controlado de residuos no peligrosos” que considera muy similar al que quiere construir en el Segrià.

Así consta en la documentación que ha presentado a la Generalitat para solicitar licencia ambiental. El promotor se refiere al vertedero que gestiona desde 1999 en el municipio de Novelda, en Alicante. En su web oficial lo describe como una “moderna instalación que cumple con todas las normativas, tanto nacionales como comunitarias”.

Sin embargo, el ayuntamiento de Novelda manifestó meses atrás su rechazo a un proyecto para ampliarla y prolongar su vida útil durante 21 años. El consistorio emitió el pasado mes de abril un informe a petición de la Generalitat Valenciana en contra de la ampliación. Años antes, en 2017, el pleno aprobó una moción que pediía clausuarlo por “múltiples incidentes” y un “importante impacto ambiental”.

Como ejemplos citaba “incendios producidos en el vertedero, episodios de generación de olores o el vertido de residuos volátiles, que originaron la apertura de diferentes expedientes a la empresa” por parte de la administración autonómica.

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