ENTREVISTA GENERALITAT
Josep Castells: «Los proyectos para el Pirineo deben existir con o sin Juegos»
Lleva muy poco en el cargo, ¿por dónde piensa empezar?
Tomé posesión el martes, era algo imprevisto. Mi papel es acercar el Govern a la población, captar las inquietudes del territorio y transmitir la visión de las personas que viven en él. El proyecto más inmediato es el despliegue de los diferentes departamentos de la Generalitat en la veguería del Pirineo, algo en lo que ya trabajó mi antecesor y a lo que daré continuidad. Espero que algunas consellerias puedan completar el proceso este mismo año, como por ejemplo el de Salud, que tiene ya una estructura establecida. Disponer de ella es lo más importante, por encima de nombrar al director territorial de cada conselleria.
Es lo que hicieron los Governs tripartitos: nombrar primero al director para luego desarrollar un equipo a su alrededor.
Sí, y no quiero desmerecer el esfuerzo que se llevó a cabo entonces. Fue la base de lo que hacemos ahora, gracias a eso ahora no partimos de cero. Sin embargo, los políticos van y vienen, mientras que las estructuras de la administración son más estables. En el Pirineo bastó con cesar a los directores territoriales que había nombrado el tripartito, aduciendo la necesidad de recortar gastos en plena crisis, para dar marcha atrás a la descentralización. Creo que el actual Govern tiene una voluntad firme de desplegar una estructura estable.
Cuando era alcalde de Castell de Mur se opuso a una línea de muy alta tensión. Ahora otra muy similar está en trámite.
Lo vi años atrás como alcalde de Castell de Mur, cuando Red Eléctrica de España promovía su MAT en el Pallars Jussà, y ahora lo hace la empresa Forestalia. Creo que la posición de la Generalitat siempre ha sido la misma: no se puede obrar de espaldas al territorio. Debe escucharse su voz, especialmente de quienes sufren el impacto de grandes infraestructuras sin que les aporten ventaja alguna como contrapartida. Escuchar a la población es todavía más importante en el Pirineo, donde somos pocos: el uno por ciento de la población catalana en el 20% del territorio de Catalunya. En el caso de la línea de muy alta tensión y las grandes extensiones de paneles solares que promueve la misma empresa en el Pallars Jussà, no se ha tenido en cuenta al territorio. El modelo basado en producir la energía en un sitio para consumirla en otro es el de hace un siglo. Era el tiempo de las centrales hidroeléctricas y no había más remedio que hacerlo así, pero ahora hablamos de instalar paneles solares y el sol brilla en todas partes.
Otra movilización es la de la plataforma contra los Juegos de Invierno. ¿Cree que esta oposición representa a una mayoría?
Más que estar a favor o en contra, los que protestan saben que un evento como los Juegos de Invierno no puede ser la solución para el Pirineo. No puede ser que se celebren y al finalizar no quede rastro de ellos, como una llamarada que brilla y se apaga. El proyecto para el Pirineo debe existir con o sin Juegos y puedo entender a quienes se oponen a ellos: en las comarcas de montaña nos cuesta creer que alguien hará algo de verdad por el equilibrio territorial. Sin embargo, los Juegos también pueden llamar la atención sobre nosotros, algo que puede ser beneficioso. Y también pueden estimular y poner fecha a unas inversiones que ahora no la tienen. Eso sí, hay que evitar efectos adversos como la especulación urbanística, y creo que esa es la voluntad del Govern.
Las críticas a los Juegos se han extendido al esquí mismo, y al hecho de que la Generalitat subvencione cañones de nieve. ¿Qué opina al respecto?
Lo que se busca es tener un impacto menor a la hora de fabricar nieve (los cañones de última generación consumen menos agua y energía). Es cierto que, ante el cambio climático, es necesario diversificar la economía del Pirineo y no basarla en un único sector. Sin embargo, la nieve ha mantenido la economía de parte del territorio hasta ahora y no debemos despreciarla. No hay que clausurar todas las estaciones de esquí porque un año haya poca nieve, pero tampoco fiarlo todo a los deportes de invierno, sería una inversión de alto riesgo. La diversificación es esencial, y de hecho el Alt Urgell y el Pallars Jussà nunca han vivido de la nieve.
La necesidad de atraer población a los municipios rurales está en el centro del discurso político.
A veces no se trata solo de que vengan nuevos vecinos, sino de evitar que se marchen los que ya tenemos. Esto es lo que, por desgracia, sucede cuando los jóvenes se marchan a estudiar. Pocos regresan. Para evitarlo debe haber igualdad de oportunidades, con independencia del municipio donde cada uno vive.
Sin embargo, la pandemia ha dado muchos ejemplos de personas que eligen vivir en el Pirineo si tienen oportunidad de teletrabajar.
Sí, y por eso es vital que dispongamos de fibra óptica. No basta con que llegue a cada municipio, recordemos que Tremp tiene 27 pueblos. Es necesario tener conexión de banda ancha en cada núcleo de población, ya sea con fibra o con otra tecnología. Menos que eso no sirve para atraer empresas ni personas que teletrabajan. Puede servir a los turistas, y eso es ya un gran avance, pero no permite ir más allá. También persisten carencias en la cobertura de telefonía móvil y es necesario garantizar las comunicaciones de los pueblos por carretera.
En ocasiones se plantea restablecer planes de obras en caminos.
En primer lugar, creo que habría que más que de caminos es necesario hablar de carreteras de acceso a pueblos. El principal problema es que son municipales, propiedad de ayuntamientos que carecen de los recursos necesarios para mantenerlas. Creo que deberían pasar a manos de administraciones supramunicipales como la Diputación y la Generalitat, siempre respetando la soberanía municipal y contando con la participación de los ayuntamientos. Además es necesario mejorar las comunicaciones transversales a través del Pirineo. Ahora se tarda menos en viajar desde El Pont de Suert hasta Barcelona que desde El Pont de Suert hasta Puigcerdà, a pesar que la distancia en este último caso es mucho menor.
Es delegado del territorio donde hay protestas por el lobo y el oso.
Podemos convivir aunque haya lobos y osos. Ahora bien, la visión de ganaderos, agricultores y personas que viven en el territorio ha de ser tenida en cuenta.
Venimos de un verano de grandes incendios forestales. ¿Qué se puede hacer al respecto?
Impulsar la comercialización de la biomasa para fabricar pellet podría contribuir más al cuidado de los bosques que otorgar subvenciones para limpiezas forestales. Si no se hace nada, los bosques serán un polvorín.