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Auscultan laderas e instalan nuevos sensores para prevenir aludes en la línea de La Pobla

FGC amplía el despliegue de estos dispositivos de vigilancia remota en la zona del congosto de Terradets || Esta tecnología mejora la seguridad ante episodios de tormentas, frecuentes en los últimos años

Imagen de archivo del tren descarrilado en marzo de 2021 entre Santa Linya y Àger.

Imagen de archivo del tren descarrilado en marzo de 2021 entre Santa Linya y Àger.FGC

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Ferrocarrils de la Generalitat (FGC) está ampliando los sistemas de detección automática de aludes y desprendimientos de rocas en la línea de La Pobla de Segur. Lo hace con la auscultación de las laderas y vertientes de la zona de Terradets y con equipos de vigilancia remota, que permiten establecer conexiones en zonas de difícil acceso y contribuir ha hacerlas más seguras frente a danas, fuertes tormentas e incendios, que pueden agravarse en el futuro como consecuencia del cambio climático. Fuentes de la operadora aseguran que el objetivo de estos trabajos es reforzar la seguridad de la línea con dispositivos “inteligentes” que alertan ante la posibilidad de desprendimientos en la infraestructura.

Estos trabajos en Terradets, que prevén una inversión de más de 250.000 euros, se efectúan en una de las zonas con un riesgo de aludes alto. Desde el desprendimiento de marzo de 2021, que hizo descarrilar un tren entre Santa Linya y Àger y cerró el paso de trenes durante un mes, Ferrocarrils y el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya (ICGC) decidieron instalar sensores en los barrancos que recogen datos sobre precipitaciones y temperaturas, que se transmiten de forma inalámbrica y permiten reducir los riesgos. Se llevó a cabo una prueba piloto del sistema de monitoreo DAS (Distributd Acoustic Sensing) para determinar si el cable de fibra óptica paralelo a las vías podía servir para detectar movimientos próximos a las vías.

FGC también ha dotado de sensores las mallas antialudes en más de una quincena de laderas junto a las vías entre Balaguer y La Pobla de Segur. Si detectan peso adicional como consecuencia de la caída de rocas, emiten señales que advierten del peligro a maquinistas, o incluso provocan la parada de los trenes. En los últimos cinco años, la operadora ha invertido más de 21 millones de euros en reforzar la seguridad de la infraestructura.

Fuentes de FGC aseguran que la asucultación ayuda a mostrar el comportamiento de los macizos a largo plazo, para el estudio y análisis de indicios de inestabilidad. El ICGC hace una inspección cada dos años de todas las laderas de la línea. En las prioritarias por riesgo geológico y de mayor altura usan drones.

“Todas las laderas de los 89 kilómetros de la línea de La Pobla están monotorizadas y con un seguimiento continuo”, dijeron. Apuntaron que las actuaciones de protección se ejecutan según la priorización que determina el Cartográfico.

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