El esquí nunca duerme

Cuando el último esquiador abandona las pistas, Carles Casals, jefe de pisanieves en Port Ainé, se encuentra con su equipo en el parque de máquinas de la estación y da instrucciones para la jornada de trabajo que empieza. “Ha nevado, por lo que hoy toca ensanchar la Estadi. Los pisteros ya han marcado con balizas el nuevo trazado”, dice Casals a su equipo, al tiempo que este enciende los motores de sus flamantes Pisten Bully, unos monstruos de la ingeniería con 600 caballos de potencia y que pueden llegar a pesar 14 toneladas.

Funcionan en dos turnos repartidos entre las 16.30 y las 9.00 horas, mientras los esquiadores descansan o disfrutan del après-ski. Pisan cada noche hasta el último rincón de la estación mientras mueven y tratan tanto la nieve producida por los cañones como la caída del cielo, así como la que ha sido movida por el viento o por el paso de los esquiadores. Su trabajo es imprescindible, sobre todo cuando ha nevado, ya que en la nieve nueva podría formarse una costra muy peligrosa al esquiar si no es tratada.

Gerard Bosch, uno de los chóferes de Port Ainé, explica que “es un trabajo muy solitario pero divertido al mismo tiempo”. “La música siempre acompaña y el equipo estamos comunicados por radio, tanto para organizar los itinerarios como por si surge algún problema”, añade. Con más de diez años de experiencia, es uno de los conductores más veteranos de la estación.

Ha constatado que cada vez son más los esquiadores de montaña que se adentran en los dominios de Port Ainé bajo la luz de la luna sin saber el peligro que puede conllevar. A menudo, las pisanieves trabajan ayudándose de un cabestrante con un cable anclado al suelo. Les da tracción en las cuestas más empinadas y seguridad en caso de avalancha.

Por eso, cada vez que Bosch ancla su máquina, señaliza previamente la zona con un cartel y una baliza luminosa.Las pisanieves revolucionaron el esquí haciéndolo más seguro al uniformar las pistas y alargando la temporada al compactar la nieve. En el caso de Port Ainé, las de última generación incorporan sensores y sondas que permiten conocer los espesores bajo sus cadenas. “Esta tecnología nos permite optimizar la ruta y ahorrar en el consumo de combustible, que está entre 20 y 40 litros/hora”, asegura Bosch.

Asimismo, los maquinistas están en permanente contacto con los pisteros y el equipo de producción de nieve. Recopilan datos que ayudan a decidir qué cañones se encenderán, con el fin de no producir más nieve de la necesaria para llegar al final de la temporada.

Carles Casals, jefe de pisanieves en Port Ainé

¿Cuándo hay más trabajo? Al inicio de la temporada, ya que es cuando debe moverse más volumen de nieve para compactar el manto nival, que hará de base y que tiene que aguantar varios meses para garantizar el esquí. Sin embargo este es un trabajo diario, puesto que las pistas son más seguras al ser tratadas y esto es un reclamo para muchos esquiadores.

¿Las máquinas requieren un carnet especial? No, son fáciles de conducir. Pero manejar la pala y la fresadora al mismo tiempo que el volante requiere de destreza. Esto solo te lo da la experiencia y una buena comunicación con el equipo. Asimismo, creo que más pronto que tarde estas máquinas serán eléctricas y autónomas.

¿Qué medidas llevan a cabo para ahorrar en Port Ainé? Las máquinas incorporan ahora sondas y sensores para conocer los espesores de nieve, con lo que recopilamos datos todo el tiempo. Dicha información ayuda a trabajar más eficientemente y el equipo de producción de nieve puede planificar mejor qué cañones deben encenderse. En temas de sostenibilidad hemos implementado la ISO 2014, por lo que los residuos que generan son gestionados correctamente.

¿Se tratan igual todos los tipos de nieve? En absoluto. La meteorología es un factor muy importante y que nos condiciona. Por ejemplo, con nieve húmeda no puedes ejercer mucha presión con la pala, porque puedes crear auténticas pistas de patinaje de hielo si bajan las temperaturas, mientras que si hay hielo tienes que picarlo con la fresa a más revoluciones, ganando así volumen y mejorando su calidad.