SALUD EQUIPAMIENTOS
Las obras del centro de salud mental de La Seu se inician este mismo año
Tendrá entre 60 y 70 plazas de hospitalización y evitará traslados de pacientes a Lleida y Barcelona || Inversión de ocho millones para habilitarlo en el seminario
Las obras del centro de salud mental que el obispado de Urgell promueve en el antiguo Seminario Diocesano de La Seu d’Urgell empezarán este mismo año. Así lo aseguraron ayer fuentes de la diócesis, tras la reunión que mantuvo el arzobispo, Joan-Enric Vives, con el conseller de Salud, Manel Balcells, en la sede de este departamento de la Generalitat. Este será el único centro de este tipo en el Pirineo leridano y dará también servicio a municipios del llano en el ámbito de la diócesis de Urgell.
El futuro centro de salud mental ocupará el ala oeste del seminario diocesano, la más cercana a la escuela Pau Claris de La Seu. Tendrá entre 60 y 70 plazas de hospitalización, las únicas en todo el Pirineo, lo que evitará traslados de pacientes a centros especializados en Lleida y Barcelona. También prestará servicio como hospital de día y consultas.
Lo gestionará Benito Menni CASM, un grupo de centros asistenciales concertados con la Generalitat en manos de la Congregació de les Germanes Hospitalàries del Sagrat Cor de Jesús.La actividad del centro incluirá la atención a adultos que necesiten hospitalización y también a niños y jóvenes en fase de ingreso y hospitalización parcial. También colaborará en actividades docentes y de investigación. La Generalitat concertará parte de las plazas del centro, mientras que Andorra también asumirá parte de ellas a través de su ministerio de Salud para dar servicio a pacientes del Principat.
Además del Pirineo leridano y andorrano, el centro dará cobertura a municipios del llano en el ámbito de la diócesis en las comarcas de la Noguera, la Segarra, el Urgell y el Pla d’Urgell. Tras la reunión con Salud, el obispado encargará el proyecto arquitectónico para las obras. Supondrán una inversión de más de 8 millones de euros y se sufragarán a través del legado que una vecina del Alt Urgell entregó a la diócesis en 2010.