Invierten 100.000 euros en los pantanales de Rufea para conservar la flora y la fauna y mejorar el acceso de los visitantes

La Paeria de Lleida y la Generalitat han invertido en el 2022 cerca de 100.000 euros en los pantanales de Rufea en actuaciones de mantenimiento, conservación de la flora y la fauna y de mejora de la accesibilidad del espacio natural. En concreto, los trabajos se han centrado en tres aspectos: la mejora de caminos y puentes para facilitar el paso rodado de bicicletas, cochecitos y sillas de ruedas; la retirada de un depósito abandonado y la eliminación de especies invasoras, tanto de flora como de fauna. Entre otros, en el último año se han extraído cerca de 200 tortugas de Florida (Trachemys scripta) y el recuento total ya llega al millar. Con estas actuaciones se consigue conservar este ecosistema a la vez que la ciudadanía lo puede disfrutar.

La jefa de sección de Ecología y Sostenibilidad de la Concejalía de Lleida, Esther Fanlo, ha explicado que las actuaciones que se han hecho en los pantanales durante el 2022 dan continuidad a los trabajos previos de conservación y mantenimiento y preparan el espacio para que sea visitable. Las actuaciones se dividen en tres bloques.

Por una parte, se han continuado los trabajos de eliminación de especies invasoras, como es el caso de la caña, con el objetivo de mantener espacios abiertos donde los pájaros puedan ir a buscar comida, y de la periploca graeca, una planta que se enfila por los árboles y que provoca mortandad en bosque de ribera.

Con respecto a la fauna, en los últimos cuatro años se han extraído un millar de tortugas de Florida de Rufea, de las cuales cerca de 200 durante el 2022. Gracias a eso, se ha conseguido que la población de tortuga de arroyo autóctona esté creciendo y, de hecho, cada vez se detectan más ejemplares, que se capturan y marcan antes de devolverlas al agua.

Por otra parte, se ha mejorado la accesibilidad del espacio. En algunas zonas se han rebajado las pendientes y se ha compactado el firme con sablón para favorecer el paso rodado de bicicletas, cochecitos y sillas de ruedas. Aparte, la pasarela de la alberca grande, que hasta ahora era de plástico, se ha recubierto de madera con el objetivo de integrarla en el entorno.

La última actuación ha sido la extracción con una grúa de un gran depósito abandonado que apareció flotante al agua y que contenía hidrocarburos en su interior.

Los trabajos han tenido un coste de cerca de 100.000 euros, de los cuales unos 40.000 corresponden al contrato de mantenimiento anual de la Concejalía para la limpieza y conservación del espacio. El resto de actuaciones se han podido hacer a través de una subvención de la Generalitat de unos 50.000 euros destinada a la mejora de espacios naturales húmedos.

El conjunto de las actuaciones tienen el objetivo de contribuir a la restauración de este ecosistema que hasta hace unos años se encontraba "muy degradado" y que es una de las pocas zonas húmedas que quedan en torno a la ciudad, ha explicado la jefa de Ecología y Sostenibilidad de la Concejalía. El segundo objetivo es disponer un espacio donde la ciudadanía pueda disfrutar y observar una biodiversidad "que cada vez es más interesante". "Por una parte hemos conseguido un espacio natural y, de la otra, un espacio que puede ser utilizado sin comprometer la conservación por parte de la ciudadanía", concluye Fanlo.