POLÍTICA INTERNACIONAL
Una familia de La Seu de nacionalidad portuguesa y francesa, atrapada en Siria
Delfina Mereles pide ayuda al Gobierno español para repatriar a su hija y a sus dos nietas, que viven en un campo de detenidos || Está enferma y una de sus pequeñas necesita una operación de corazón
Una vecina de La Seu d’Urgell, Delfina Mereles, pide ayuda para recuperar a su hija, Vania Tamara Mereles Lopes, y sus dos nietas, Eya (7 años) y Aicha (5 años), atrapadas en los campos de detenidos de Siria desde hace cinco años. Delfina y Vania tienen la nacionalidad portuguesa y de las dos pequeñas, la mayor es francesa y la pequeña ya nació en Siria. La abuela ha contactado con las embajadas portuguesa y francesa para pedir que repatrien a su familia, pero no ha obtenido respuesta.
También ha solicitado ayuda al ministerio de Exteriores español. Lamenta que Portugal “me esté dando la espalda” y pide que el Gobierno español “tenga compasión” y las reclame. La familia vive bajo una tienda de tela en el campo de detenidos de Al Roj, al norte de Siria, en la frontera entre Turquía y Líbano.
Delfina explica desolada que tanto su hija como una de su nietas están “muy enfermas y necesitan tratamiento médico”. Vania padece anemia y una infección crónica de orina que arrastra desde hace 4 años. “Está con fiebre continuada, vómitos, un bulto muy grande en el riñón, y muy débil, no sé si se va a salvar”, cuenta. Una de las menores precisa de una operación de corazón. Vania, según su madre, acabó en el campo retenida “cuando los kurdos las detuvieron al intentar escapar de Siria con las niñas”, entonces la pequeña tenía meses. Llevan en el campamento 5 años pero Vania llegó a Siria mucho antes.
La mujer, de 28 años, era azafata en el aeropuerto de Ginebra y allí conoció a su marido, combatiente del Estado Islámico ahora en prisión. Marchó a Siria en 2015 “engañada”, cuenta Delfina, y desde entonces “no la he vuelto a ver”. No entiende cómo España y Francia están empezando a repatriar a sus ciudadanas casadas con yihaidistas del Estado Islámico y a sus hijos desde Siria y a ella no.
Pide que no traten a Vania “ni como yihadista ni terrorista” porque “no tiene ningún requerimiento judicial ni orden de detención”. El principal problema radica en su nacionalidad. Vania y Delfina son portuguesas, a pesar que la abuela lleva en La Seu desde hace casi 20 años y se crió en Bilbao. La abuela explica que les queda “la esperanza” de que Francia la repatrie teniendo en cuenta la nacionalidad francesa de la hija mayor, Eya. Hace dos semanas, España repatrió a dos mujeres de nacionalidad españolas que se marcharon con sus maridos yihadistas a Siria y que vivían en el mismo campo que Valina (ver desglose).
“Estuvieron 8 días sin comer porque guardaba el pan duro para su hija”
En los campamentos no pueden tener teléfono. “Si las ven con un teléfono las meten en prisión y Vania ya estuvo 8 días encerrada con las niñas bebiendo agua del suelo y sin comer porque guardaba el pan duro para la mayor”, relata su madre. Ahora alquila un teléfono de otras personas del campo para comunicarse con su madre en La Seu. “Estoy muy preocupada porque me da miedo que si no reciben la atención médica que necesitan acaben muriendo”, concluyó.
Las españolas Yolanda Martínez y Luna Fernández, casadas con dos yihadistas y repatriadas hace dos semanas desde Siria con los 13 niños que tenían a su cargo, ingresaron en prisión sin fianza por orden de la Audiencia Nacional tras su declaración ante el juez Santiago Pedraz. La Fiscalía había solicitado esta medida y las acusaba de un delito de integración en banda terrorista. Ambas mujeres tenían una orden de búsqueda internacional por delitos de terrorismo.