Senderistas denuncian que han oído disparos y visto rastros de sangre en caminos en Aran
La Fundación Franz Weber considera indignantes estas actuaciones poco después de la muerte de un hombre a la Vale
La Fundación Franz Weber ha alertado este martes sobre el peligro de que, según consideran, suponen las batidas de caza en la Val d'Aran, después de que varias personas se pusieran en contacto con la entidad para denunciar que han oído tiros y han visto rastros de sangre en caminos de Bausen y És Bordès. Las quejas se producen poco después de la muerte de un hombre por el tiro, supuestamente accidental, de un cazador, en el término municipal de Canejan. Así, las personas que transitaban este fin de semana por las montañas de la zona pudieron oír tiros reiterados e incluso grabar los rastros de sangre de animales abatidos en las veredas, el mismo espacio que pisaban familias con niños poco después y donde tenían que ver estas escenas en medio del camino.
Desde la Fundación también han salido al paso de las recientes peticiones de grupos pro-caza donde se reclama al conjunto de la ciudadanía que lleven "ropa que llame la atención" y hagan ruido si pasean por el medio natural. La ONG naturalista ha solicitado a la Generalitat información sobre las personas lesionadas o abatidas por cazadores en el periodo 2007-2022, así como los controles de alcoholemia llevados a cabo por el cuerpo de Mossos d'Esquadra en los últimos tres años.
En el catálogo de propuestas, los naturalistas insisten en alejar a cualquier menor de edad de las cacerías, donde, según indican en un comunicado, se exponen a idénticos peligros que cualquier persona adulta. También piden que la normativa catalana y aranesa asuma la prohibición del consumo de alcohol en el marco de esta actividad. Así, proponen dotar de alcoholímetros y test de drogas a los agentes rurales.