AGRICULTURA ANÁLISIS
La concentración de fincas se dispara un 13% y las arrendadas ya son la mitad
Cae el número de explotaciones y de titulares pero la superficie agrícola se mantiene
El número de titulares de explotaciones agrarias bajó entre 2015 y 2020 un 13% mientras que la cifra de explotaciones cayó las dos décadas anteriores (1993-2016) más de un 25%. Mientras, la superficie agraria neta se mantiene, lo que apunta a la concentración de fincas en plena crisis de precios y de relevo generacional.
La superficie neta que Catalunya dedica a la agricultura ha variado muy poco en los últimos años y, sin embargo, el número de titulares de explotaciones ha caído en un 13% entre los años 2015 y 2020, a la vez que las fincas pequeñas han ido desapareciendo y las de mayor superficie se han incrementado: entre 1993 y 2016 el número de explotaciones ha caído un 25% y las que tienen entre 100 y 200 hectáreas se han disparado un 81,3%. Son datos del informe sobre la evolución de las explotaciones agrarias en Catalunya utilizados en la elaboración de la Estrategia de Adaptación al Cambio Climático de la Generalitat y que apuntan a una clara concentración de las fincas agrarias en manos de empresas agrícolas y con una tendencia al auge del alquiler en detrimento del régimen de propiedad.
En el mismo año 2020, la mitad de los titulares de las fincas eran sus propietarios (un 5% menos que seis años antes), mientras que los arrendamientos pasaron del 38 al 43%. En el caso de las empresas que son personas jurídicas, el arrendamiento supone el 63% del total.En Lleida, donde se concentra la mitad de la superficie agraria catalana, las cifras pueden ir incluso más allá. Josep Maria Jové, presidente de los regantes del Segarra-Garrigues, admite que el alquiler ya es el régimen predominante en el caso de los regantes de las 12.000 hectáreas que ya riegan.
Jové señala que actualmente “se dan de alta en el regadío más agricultores que amplían sus explotaciones a través del alquiler que propietarios”. Rechazó que haya ahora grandes movimientos sospechosos de especulación y dijo que “los grandes agricultores acabarán imponiéndose, pero serán de dentro del sector”. El informe concluye que la superficie gestionada por personas físicas ha caído un 4,6% y la que explotan las personas jurídicas ha aumentado hasta un 14%.
“Sin explotaciones rentables, la gente joven difícilmente se quede en el campo”
Los elevados costes de producción, la falta de rentabilidad y la ausencia de relevo explican el traspaso de fincas, que está cambiando la configuración del campo. Hay menos explotaciones, son cada vez más grandes, menos familiares y con mayor protagonismo de la tecnología. Xavier Vallverdú, síndico de riegos del Canal Urgell, señala que “si no tenemos explotaciones rentables, difícilmente la gente joven se va a quedar en el campo, y mucho menos se incorporará desde otros ámbitos”.
Se trata de causas estructurales como las dificultades para acceder a la financiación, la falta de estabilidad, burocracia para comenzar una explotación agrícola pero, sobre todo, la escasa rentabilidad. Muchos no ven viable hacer grandes inversiones y prefieren alquilar sus tierras. En el Pla, muchas fincas de cereal son alquiladas por grandes empresas o por cooperativas.
Firmas agrícolas del Segrià también alquilan terrenos de los nuevos regadíos. La gerente de la frutícola Albatàrrec Baró i Fills, Montse Baró, asegura que en la última década, desde la llegada del agua del Segarra-Garrigues, esta modalidad va al alza. Agricultores ven cómo sus tierras se convierten en productivas y las alquilan. Muchos heredan fincas y quieren sacarles una rentabilidad. “Nosotros solo alquilamos fincas en nuevos regadíos, que ya tienen el derecho de agua y otras que no”.