Esquís con sello pirenaico

El sector del esquí en el Pirineo leridano va un paso más allá de practicar este deporte. Apasionados de la nieve quieren hacerse un hueco en el mercado del material deportivo y aprovechan la proximidad a las estaciones de esquí para testear y mejorar sus diseños cuando hay nieve. Es el caso de Husta Skis, en Salardú, y Nord Esquís, en Sort, que fabrican esquís de alta gama y personalizados.

El de la Val d’Aran es el último proyecto que se ha dado a conocer. Xavier Giner, Dani Poy y Quim Tomàs son sus impulsores y aspiran a competir con las marcas más conocidas. Hace poco lanzaron un crowdfunding para financiar su proyecto y poder fabricarlos a nivel industrial.

“Queremos diferenciarnos con un producto artesano a la vez que muy técnico, por lo que hemos hecho una importante inversión en I+D+i, en materiales, procesos y nuevas tecnologías”, explicó Giner. Hasta hace poco solo los hacían por encargo –este año fabricaron unos treinta pares–, pero su catálogo cuenta ya con varios modelos prediseñados que pueden fabricar en serie. También fabrican tablas adaptándolas a cada esquiador después de llevar a cabo estudios técnicos y biométricos, con la ayuda de un programa informático.

“Tenemos prototipos para hacer esquís all mountain y de travesía –esquí de montaña–”, dijo Giner, que añadió que “estamos también trabajando en un diseño orientado a las pistas y otro para freeride”.En el caso de Nord Esquis, está en un pequeño taller en Sort, en el Pallars Sobirà. Josep Arisa, que antes de jubilarse ejercía como carpintero, explica que todo empezó cuando quiso hacer sus propias tablas hace ocho años. Junto a su socio Dimitri López ya llevan más de 130 pares de esquís y cinco snowboards.

Sus creaciones son las únicas de España hechas con marquetería, por lo que “cada tabla que hacemos es única”, afirma Arisa. Su catálogo cuenta con una decena de modelos, y los encargos les llegan de todo el mundo. Su producción se limita a 30 pares por año como mucho, con el fin de poder cuidar al máximo los detalles.

Arisa asegura que “mi motivación no es el dinero, sino que me gusta investigar y aprendo con el proceso”. Como Husta Skis, también los diseña teniendo en cuenta el perfil de cada esquiador. Para ello trabaja con distintos tipos de madera, con el fin de conseguir una reacción y elasticidad determinadas.

Este tipo de tablas suele costar entre 1.200 y 2.500 euros. Sin embargo, sus creadores aseguran que la calidad de sus materiales y su construcción son garantía de que pueden durar toda una vida.