El precio de los pisos en zonas de esquí lleva decenas de 'temporeros' a vivir en caravanas

Los altos precios de la vivienda en municipios próximos a las estaciones de esquí han llevado a decenas de trabajadores de la temporada blanca a vivir en autocaravanas. Se suman otros tantos temporeros que adoptan esta opción como modo de vida. Por su parte, ayuntamientos, Conselh y empresarios buscan soluciones al problema habitacional

El esquí genera en Lleida más de 2.000 puestos de trabajo directos, a los cuales se tiene que sumar todos los vinculados al sector turístico como son hoteles y restaurantes, entre otros negocios. A causa de la alta presión turística, el precio de la vivienda se ha encarecido drásticamente en el Pirineo durante los últimos años, lo cual impide a la mayoría de temporeros del esquí y el turismo encontrar una vivienda a un precio asequible.

Eso comporta que muchos renuncien a hacer la temporada en el Pirineo y los empresarios tienen cada vez más problemas para contratar al personal extra que necesitan cuando tienen más trabajo. La situación es equiparable a lo que pasa endestinos turísticos de verano como Ibiza o Menorca, donde cada vez más personas se ven obligadas a vivir en sus vehículos al no poder costearse los precios de alquiler que turistas sí que están dispuestos a pagar.

Hasta 1.500 euros: Un apartamento en Vielha durante la temporada alta puede llegar a los 1.500 euros a la semana

En Lleida, esta situación se acentúa en municipios próximos a estaciones de esquí como son Naut Aran o Vielha e Mijaran, en la Val d'Aran, donde según explicó el presidente del Grèmi d'Ostaleria dera Val d'Aran, Xacobe Bartolomé, “el precio de un apartamento en temporada alta en Vielha puede llegar a los 1.500 euros a la semana. El problema va cada vez a más, ya que muchos propietarios prefieren arrendar sus casas alquilándolas a turistas para estancias cortas a precios altos antes que a gente que las busca para varios meses a un precio más bajo”. Así las cosas, cada vez más personas van a la Val en busca de trabajo mientras viven en vehículos adaptados para ahorrar, mientras que otros lo hacen como modo de vida. Muchos acostumbraban a pernoctar en la zona del Orri y el Pla de Beret, pero el ayuntamiento de Naut Aran y el Conselh vetaron hacerlo después de detectar que se alquilaban caravanas como si fueran alojamientos a pie de pistas.

Como alternativa, se ha habilitado una parte del aparcamiento de la cota 1.500 en Naut Aran para poder pernoctar. Se encuentra al límite de su capacidad con decenas de furgonetas, camiones y autocaravanas y muchos usuarios de este espacio lamentan la falta de servicios en el lugar que faciliten su estancia, como son puntos para vaciar las aguas sucias o tomas eléctricas.

Con respecto a los trabajadores que no disponen de un vehículo adaptado, cada vez son más los negocios que les ofrecen también alojamiento en el momento de contratarlos. Pili Capell, del Hotel Lacreu de Salardú, asegura que “es imposible encontrar trabajadores si no lo haces de esta manera”, y explica que “al problema del precio, se suma también el hecho de que ha habido casos de gente que alquiló su propiedad a temporeros y no se cumplieron las condiciones del contrato de alquiler”. “Había quien no cuidaba los inmuebles o los realquilaba, y después nadie se hacía responsable de los desperfectos”, dijo Capell, que afirmó que “la falta de vivienda comporta que tengamos cada vez menos opciones en el momento de encontrar empleados, cosa que a veces repercute en la calidad del servicio que ofrecemos”.

Ante esta situación, Bartolomé recomienda a los empresarios que no dispongan de habitaciones “que sean ellos los que den la cara en el momento de alquilar una vivienda, pactando previamente con los que lo ocuparán unas condiciones con el fin de evitar problemas futuros”. “Al fin y al cabo son los empresarios que viven y trabajan siempre aquí los que tienen los contactos y conocen mejor el mercado de la vivienda, por lo cual acostumbran a aparecer más opciones”, concluyó.

Esta problemática, que va al alza, se repite también, a una escala inferior, en otros municipios pirenaicos como Rialp y Sort, en el Pallars Sobirà, donde el precio del alquiler se ha disparado durante los últimos años, según datos de la Agència de l'Habitatge de Cataluña. Por lo que se refiere a Rialp, municipio donde se encuentra Port Ainé, la media del precio del alquiler se ha encarecido en un 25,8 por ciento en los últimos diez años, mientras que en Sort lo ha hecho en un 39,07 por ciento. La situación afecta también a muchos jóvenes locales, que no pueden permitirse una vivienda si quieren independizarse y se trasladan a otras zonas más baratas, con lo cual se agrava el problema del éxodo rural.